en las que las normas de aislamiento térmico, ventilación y uso de energías renovables no eran prioritarias o no se tenían en cuenta. Esta ineficiencia energética no solo contribuye a un mayor consumo de energía y, por tanto, a un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también representa una carga financiera para los hogares, que tienen que destinar una parte importante de sus ingresos a los costes energéticos. Ante esta realidad, existe una clara necesidad de poner en marcha políticas que aborden tanto la renovación y mejora de la eficiencia energética del parque de viviendas existente, como la promoción de prácticas de consumo más sostenibles entre los ciudadanos. La mejora de la envolvente térmica de los edificios, la instalación de sistemas de calefacción y refrigeración más eficientes y el uso de energías renovables son medidas que pueden reducir significativamente el gasto energético de los hogares y mitigar así la incidencia de la pobreza energética. Asimismo, la de las viviendas. Esta iniciativa no es una mera respuesta a las necesidades energéticas inmediatas, sino que forma parte de una visión más amplia alineada con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 de Naciones Unidas (ODS 7), que pretende transformar nuestra realidad energética, garantizando el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables, sostenibles y modernos para 2030, con un especial énfasis en las energías renovables y las tecnologías limpias. POBREZA ENERGÉTICA EN EUROPA La pobreza energética se presenta como un problema muy arraigado en la Unión Europea, que pone de manifiesto las marcadas desigualdades existentes en la estructura de nuestras sociedades. Se estima que alrededor de 50 millones de hogares en Europa se enfrentan a graves dificultades para garantizar una climatización adecuada en sus viviendas, lo que se traduce en la imposibilidad de mantener una temperatura confortable durante las estaciones frías o cálidas. Esta situación se complica aún más si se tiene en cuenta la puntualidad en el pago de las facturas de los suministros públicos, ya que un gran número de familias tiene dificultades para cubrir los costes a tiempo, lo que añade estrés financiero a sus preocupaciones cotidianas. Además, un porcentaje alarmante de estas viviendas presenta graves problemas estructurales como goteras, humedades o podredumbre, condiciones que no solo deterioran la infraestructura sino que afectan directamente a la salud y el bienestar de sus habitantes. Esta situación se ve agravada por la antigüedad y la falta de consideraciones de eficiencia energética en el parque de viviendas existente. Se calcula que aproximadamente el 75% de las viviendas de la Unión Europea son ineficientes desde el punto de vista energético, lo que significa que fueron diseñadas y construidas en épocas educación en hábitos de consumo responsable es esencial para garantizar un buen uso de la energía, contribuyendo así a la construcción de sociedades más equitativas y sostenibles. EL PROYECTO LIFE REHABITA El proyecto LIFE ReHABITA se presenta como una estrategia innovadora e integral para combatir el creciente problema de la pobreza energética, abordando no solo la necesidad de mejorar la eficiencia energética en los hogares, sino también promoviendo una mayor concienciación sobre la importancia de adoptar hábitos de consumo energético sostenibles. Centrado en identificar y actuar sobre aquellos hogares que se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad, el proyecto pretende implementar un conjunto de mejoras energéticas que resulten en una relación óptima entre el beneficio obtenido y el coste incurrido. A pesar de reconocer los numerosos beneficios que las renovaciones energéticas pueden aportar a los hogares Se calcula que aproximadamente el 75% de las viviendas de la Unión Europea son ineficientes desde el punto de vista energético. 47 DOSIER REHABILITACIÓN ENERGÉTICA
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