La segunda medida más costo eficiente es una medida pasiva, la ruptura del puente térmico, que obtiene ese lugar debido a su bajo precio, pues es la tercera medida más barata, pero, como contrapartida, aporta una reducción de emisiones del 16% (octava en el ranking de ahorro de emisiones). La tercera medida es la bomba de calor, pero hibridada con autoconsumo fotovoltaico. Esta combinación consigue la mayor reducción de emisiones de todas las medidas estudiadas con un abrumador 91%, aunque en contrapartida es la segunda más cara. De todas formas, teniendo en cuenta la reducción que consigue con el importe económico que supone, ocupa el tercer puesto. En relación con la hibridación autoconsumo/calefacción se ha estudiado otra medida más, pero en vez de optar por una bomba de calor se ha elegido una calefacción eléctrica convencional. En la tabla se observa que esta combinación conlleva una inversión menor, pero el ahorro de emisiones cae a la mitad, lo que implica que, en términos de costo eficiencia, la calefacción eléctrica convencional es mucho menos interesante, bajando a un cuarto puesto. Continuando con el análisis de las medidas pasivas y, en concreto, de aquellas enfocadas al aislamiento de la envolvente (fachada), hay, con una similar relación ahorro/coste, dos que son incompatibles entre sí: el trasdosado por el interior y la fachada SATE, consiguiendo esta última más ahorro energético (y de emisiones) pero siendo más cara que el aislamiento interior. Por otro lado, la fachada ventilada ofrece un ahorro de emisiones similar a la fachada SATE, pero con un coste económico superior, lo que supone que, en términos de costo eficiencia, la fachada ventilada sea menos interesante. En cuanto a las lamas y los toldos, típicas del clima mediterráneo vemos que los toldos aíslan el doble que las lamas, pero su precio es mucho más alto, por lo que las lamas están por encima en cuanto a costo eficiencia, aunque con una diferencia muy ajustada. Estas dos medidas tienen la peculiaridad de que solo actúan sobre las emisiones de refrigeración, por lo que considerando el global su impacto positivo baja. MEJORES MEDIDAS PARA EL CLIMA CONTINENTAL El siguiente análisis se ha realizado en Madrid, situada en la zona climática D3, la que más edificios tiene en España. La temperatura media en invierno en Madrid durante el año 2023 , según AEMET, fue de 6,5 ºC y los meses de verano tuvieron una temperatura media de 24,4 ºC. Se repite una calificación energética E, aunque en este caso la demanda aumenta casi al doble, llegando a los 60 kgCO2/m2 al año, consecuencia del incremento de las necesidades de calefacción que se multiplica dos veces y media. La demanda de refrigeración se reduce, aunque en menor medida. En este caso, de nuevo, la medida costo eficiente más recomendada es la bomba de calor, con una reducción de emisiones muy similar a la que se obtiene en el clima mediterráneo (cercana al 70%). Es la segunda medida que más reduce las emisiones y la quinta más cara. La segunda medida más costo eficiente también se repite, la ruptura del puente térmico, una medida que, aunque su porcentaje de ahorro de emisiones es reducido, sólo un 15%, su bajo precio la hace escalar hasta el segundo puesto si analizamos la relación ahorro y coste. La tercera es la bomba de calor hibridada con autoconsumo fotovoltaico. Esta combinación consigue una reducción de emisiones un punto mayor que en el clima mediterráneo, llegando al 89%. Una drástica reducción que consigue que, aunque sea la segunda más cara, tenga un retorno costo eficiente muy alto. La hibridación de autoconsumo fotovoltaico con calefacción tradicional obtiene un cuarto puesto en el ranking de costo eficiencia. En quinta posición aparece una medida pasiva, el trasdosado interior, con una reducción del 19%. Al igual que en el caso de la ruptura del puente térmico, consigue ese puesto por su bajo precio. Otras medidas que actúan sobre la fachada consiguen ahorros mayores, pero se sitúan más atrás en el ranking por ser más caras como la fachada SATE, la ventilada y la vegetal; todas ellas consiguen una reducción de emisiones del 24% , pero sus altos precios las relegan a una sexta, octava y undécima posición, respectivamente. En resumen, si se opta por una actuación sobre la envolvente prima la ruptura de puentes térmicos, por un mejor resultado en cuanto a inversión y ahorros, pero, si es posible hacer un desembolso mayor, se recomienda la fachada SATE pues consigue una mayor eficiencia. Además , la fachada SATE rompe los puentes térmicos y establece un revestimiento que facilita la refrigeración en verano si es de un material que repele el calor como puede ser el revoco de cal. La concienciación y sensibilización consigue un séptimo puesto y es que invertir en formación de la ciudadanía para un consumo responsable y consciente siempre es una buena forma de reducir las emisiones, a la vez que se inculca una nueva cultura de la energía, algo sumamente necesario en la lucha contra el cambio climático. El estudio incide en que la descarbonización de los edificios pasa por su plena electrificación y autoproducción de su energía en los tejados 22 DOSIER RENOVABLES USOS TÉRMICOS
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