TRIBUNA DE OPINIÓN eléctricas y los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), así como las unidades de tratamiento de aire (UTA). Por tanto, la formación, capacitación y certificación de los profesionales en innovaciones tecnológicas, como es el caso del Smart Motor System de Future Motors, permite mejorar su competitividad y profesionalización, así como ofrecer a sus clientes una solución óptima para adaptarse con mayor facilidad a la normativa medioambiental. De esta forma, las empresas pueden cumplir con los objetivos de descarbonización sustituyendo sus antiguos motores por unos nuevos, inteligentes y mucho más eficientes de manera sencilla y sin tener que parar su actividad. Contar con el asesoramiento de estos profesionales tiene una importancia evidente. Cerca del 80% de sus clientes se dejan aconsejar por ellos, mientras que el 96% de estos últimos instalan los equipos que indica o prescribe el propio instalador. Su labor como prescriptores es, sin duda, clave. Un profesional que sea capaz de instalar esta nueva tecnología y ofrecerla como opción a sus clientes para mejorar su eficiencia energética, conseguirá, sin duda, aumentar su cartera ante el incremento de demanda de proyectos que logren este tipo de resultados. Todo ello sucede en un momento en el que debemos tener en cuenta el plan “REPowerEU” que ha puesto en marcha la Unión Europea. Para afrontar los retos que se derivan de esta iniciativa, se estima que faltarán 750.000 instaladores en toda la UE, 150.000 profesionales en España. Y más aún. Según el informe de 2022 de la EHI “Heating systems installers Expanding and upskilling the workforce to deliver the energy transition”, el número de instaladores existente deberá aumentar en un 50% para cumplir los objetivos de este plan REPowerEU en 2030. Las dimensiones del reto que se pone por delante son inmensas y hay que empezar a actuar ya. IMPULSO A LA FORMACIÓN Por tanto, uno de los desafíos más importantes al que las empresas instaladoras españolas y los propios profesionales se enfrentan es revertir la tendencia actual de descapitalización de talento y asegurar el relevo generacional para evitar el cierre de empresas e incorporar nuevos profesionales al sector. Del mismo modo, hay que conseguir que la profesión de instalador sea más atractiva para los jóvenes, así como lograr la incorporación a esta profesión de las mujeres. Para ello son necesarios programas de capacitación y certificación por parte de las empresas desde los que trasladar a los alumnos la oportunidad laboral que se les ofrece y la posibilidad de desarrollar una buena y próspera carrera profesional en un sector clave para la economía y la transición energética. Este mercado ofrece una amplia variedad de áreas de dedicación, desde la fontanería a la climatización, el gas, la calefacción, la electricidad, refrigeración y la eficiencia energética, entre otras muchas. A pesar de estar bien remunerada, ofrecer empleo y tener un buen futuro, existe una baja demanda de la profesión instaladora entre los jóvenes y las mujeres. El oficio no se considera atractivo a ojos de los más jóvenes, y las mujeres no acaban de considerarlo interesante. Entre todos, necesitamos lograr, por ello, aumentar su reconocimiento social y evitar, en la medida de lo posible, el intrusismo profesional contando con la colaboración de instituciones educativas, empresas y asociaciones con la puesta en marcha de acciones informativas y promocionales, sobre todo, para capacitarles y formarles en las nuevas tecnologías que van a marcar el futuro de la eficiencia energética y la descarbonización. Ahora nos toca trabajar a todos los actores de este sector para conseguir que las nuevas generaciones se incorporen a este sector con un gran futuro, apostando por la formación y especialización, contando con la colaboración de las principales asociaciones de referencia, como son A3E, Anese e IFMA, entre otras, así como la propia Administración. Unidos, podemos contribuir de manera decisiva a lograr los objetivos de sostenibilidad planteados y, al mismo tiempo, contribuir al desarrollo del tejido productivo del país. El reto merece la pena. Smart Motor System. 91
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