28 NORMATIVA Fegeca: “En ningún caso la Directiva pone fecha al fin de las calderas de gas ni obliga a sustituirlas por bombas de calor” por la lentitud en gestionar subvenciones o falta de claridad de criterios”, finaliza la responsable de CNI. Además del principio 'la eficiencia energética primero', Fegeca recuerda que la Directiva también introduce otro concepto que debería ir de la mano, que es el de 'eficiencia del sistema', definido como 'la selección de soluciones energéticamente eficientes cuando también permiten un camino rentable hacia la descarbonización, mayor flexibilidad y el uso eficiente de los recursos'. obtenidos en relación con las tecnologías de combustión directa de combustibles fósiles” no son elegibles (aptos) a partir del 1 de enero de 2024. Las combinaciones de tecnologías (como los híbridos) pueden ser promovidas y contribuir a la obligación anual, pero la parte de los ahorros de energía relacionados con la tecnología de combustión de combustibles fósiles tampoco es elegible (apto) a partir del 1 de enero de 2024". “Estas disposiciones reflejan el compromiso de la UE de mejorar la eficiencia energética, reducir las emisiones de carbono y promover prácticas energéticas sostenibles, incluido el sector de la calefacción”. No obstante, desde la asociación aclaran que en ningún caso la Directiva pone fecha al fin de las calderas de gas ni obliga a sustituirlas por bombas de calor, ya que si bien plantea la reducción progresiva de la utilización de combustibles fósiles, no las prohíbe. Además, explican desde la asociación, en determinadas condiciones y durante un período de tiempo transitorio, se podrán contabilizar los ahorros de energía procedentes de actuaciones relativas a la combustión directa de combustibles fósiles. Por tanto “las calderas suponen una opción viable, desde el punto de vista técnico y económico, sin necesidad de realizar cambios o modificaciones en la instalación”, añaden. Recuerdan, también, que las calderas que usan biomasa, biodiesel, hidrógeno verde o biometano cumplen los objetivos, así como las bombas de calor y se podrán promover tecnologías combinadas, como soluciones híbridas con combinaciones entre caldera, bomba de calor de ACS, solar térmica, fotovoltaica, biomasa, etc. De igual forma se ha pronunciado Sedigas, “la Directiva europea recientemente aprobada no prohíbe, en ningún caso, las calderas de gas ni establece la obligatoriedad de sustituirlas por bombas de calor”. La asociación advierte que fiarlo todo a esta última tecnología va en contra de la idea de una transición justa al resultar económicamente inasumible para muchas familias. Además, “carece de sentido limitar el uso de ciertas soluciones tecnológicas sin considerar la complejidad y características técnicas de las viviendas (zona climática, construcción vertical y superficie media disponible)”. Además, ven necesario redefinir los planes de ayudas -que se deberían articular considerando la mejora real de la eficiencia energética y el tipo de tecnología adecuado- para que pueda alcanzar a todos los grupos poblacionales. “Los actuales marcos de ayudas no fomentan el cambio de equipos en los hogares de menores rentas dadas las elevadas inversiones requeridas”, aseguran. Sedigas: “El carácter renovable de los sistemas de calefacción no depende de la tecnología, sino del combustible” Fegeca también destaca que el texto presta especial atención al papel ejemplar del sector público. “Las autoridades deberían, entre otras cosas, adquirir solo productos con un alto rendimiento en eficiencia energética, a menos que esto no sea técnicamente factible. Al mismo tiempo, la sustitución de calentadores antiguos e ineficientes está explícitamente mencionada entre las medidas que se les anima a implementar para mejorar su desempeño energético”, explican. Otro punto en el que inciden desde la asociación es que, como parte de sus Planes Nacionales de Energía y Clima, los Estados miembros deben proporcionar una evaluación exhaustiva de la calefacción y la refrigeración. Se requerirá que las autoridades regionales y locales preparen planes locales de calefacción y refrigeración, al menos en municipios con una población total superior a 45.000 habitantes. Por último, pero no menos importante, señalan que los ahorros de energía El sector gasista apela a "desterrar la falsa percepción de que solo existe una forma de descarbonizar la calefacción de los hogares, a la que se suma la dicotomía interesada e inexacta de confrontar las soluciones descarbonizadas que ofrecen los gases renovables, biometano o hidrógeno renovable, frente a las soluciones eléctricas". Asimismo, subrayan, que el carácter renovable de los sistemas de calefacción no depende de la tecnología, sino del combustible. Las calderas actuales son perfectamente compatibles con los gases renovables, sin requerir de adecuaciones adicionales. n
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