centración en el aire ambiente del gas refrigerante que llega desde las fuentes de fuga. Estos detectores se ubican tradicionalmente en los espacios en donde se encuentran los componentes en los cuales es más probable que aparezcan fugas. Normalmente se coloca una unidad por cada espacio, salvo que sean locales muy amplios, como pueden ser grandes salas de máquinas, cámaras frigoríficas con multitud de evaporadores y grupos de condensadores que se colocan más unidades. En el origen de la fuga, que frecuentemente estará alejada del detector, habrá una alta concentración del refrigerante en el ambiente, que se irá reduciendo al difundirse en el aire antes de acercarse al detector o detectores. Al llegar la mezcla aire-refrigerante al sensor del detector, éste se activará solamente cuando la concentración alcance el valor de ajuste en el sensor. La reacción será bastante rápida y cumplirá con su principal objetivo que es la protección de la seguridad marcada en el RSIF, pero puede llegar con excesivo retraso si su misión es al mismo tiempo evitar que la instalación frigorífica funcione con cargas de gas reducidas, pues las fugas que lleguen a los detectores en concentraciones inferiores a los valores de ajuste de los mismos no las detectaran y el gas refrigerante se perderá en el exterior arrastrado por la ventilación del local, normalmente forzada, sin alertar de que la instalación está perdiendo carga de gas. La fuga de gas puede ser pequeña, pero con el tiempo se convertirá en significativa y perjudicial si se deja pasar el tiempo sin tomar medidas concretas para neutralizarla. Como resultado, puede ocurrir que la instalación funcione con carga de gas demasiado baja sin que el servicio de mantenimiento lo detecte. Esta situación se puede mejorar considerablemente incrementado el número de detectores instalados, con valores LMD (límite mínimo detectable) más bajos, en algún caso incluso con diferentes rangos de ajuste y ubicándolos lo más cerca posible a los probables puntos en donde se originen las fugas. Adicionalmente, es conveniente y fácil controlarlos por medio de una centralita que repetirá las mediciones en su emplazamiento, que debe de ser la central de mandos. Por otra parte, los sistemas de aspiración están formados por un monitor y un sistema que aspira mediante una bomba y a través de una red de tubos de pequeño diámetro, muestras del aire ambiente en los diferentes puntos estratégicamente distribuidos por la instalación y ubicados directamente en las probables fuentes de las fugas o lo más cerca posible de ellas. fortalezas y debilidades y se adaptarán mejor a unas aplicaciones que a otras. Encontrar el sistema más adecuado para cada proyecto es labor que requiere amplio estudio comparativo. Se abordan aquí en primer lugar, básicamente, los medios existentes para reducir las fugas y combatir los problemas provocados por las mismas relacionados con la bajada del rendimiento energético de las instalaciones, el consiguiente incremento de los consumos eléctricos, la pérdida del refrigerante fugado y otros gastos directamente derivados de las fugas. El análisis de estas dos cuestiones forma el objetivo principal de este trabajo, limitándose por otra parte a los métodos de detección que llamaremos directos, destinados a reducir las fugas y actuar de manera rápida cuando se detecten. Los denominamos indirectos, basados en la monitorización de los parámetros de marcha de las instalaciones solo se citan como otro método viable, pero sin entrar en detalles, aunque se están consiguiendo resultados positivos con estos sistemas y también participan en la disminución de los considerables gastos provocados por las pérdidas de refrigerantes. DETECTORES Y MONITORES POR DIFUSIÓN Y ASPIRACIÓN En este texto nos limitamos a describir, comparar y enfrentar estos dos métodos de detección, por ser los más utilizados en la actualidad. Si comparamos los detectores y sistemas que actúan con el principio de difusión, concebidos preferentemente para su aplicación como medidas de seguridad para personas y bienes, con los de aspiración, es decir, monitores destinados más específicamente a la aplicación diseñada para detección de las fugas con la finalidad de evitar que los circuitos frigoríficos funcionen con cargas insuficientes, las diferencias son considerables. Los primeros son mayoritariamente del tipo difusión, los cuales miden la con117 REFRIGERACIÓN
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