• Cuando las velocidades residuales aumentan, aumenta el arrastre de vapor de agua de la superficie de la hoja y su transpiración, si el aire ambiente es seco. • A medida que decrece la humedad del suelo, la tasa de transpiración disminuye. El conocimiento cualitativo de estos efectos y su cuantificación, son parte fundamental de la base del cálculo de cargas para el dimensionamiento de instalaciones. El resto se encuentra relacionada con el conocimiento de: • La programación anual de partidos y eventos. • El tiempo de acción de los mecanismos para extraer las bandejas al exterior, que determina el tiempo de adaptación del césped a las condiciones exteriores, evitando el estrés térmico. • El tiempo de acción de los mecanismos para introducir las bandejas en el interior del foso, que determina el tiempo de adaptación del césped al ambiente artificial. • El tiempo necesario para el crecimiento y la recuperación del césped tras un partido. • Los tiempos de reparación, siembra y corte. • La frecuencia y tiempo de irrigación y fertilización. • La frecuencia y tiempo de la iluminación y tratamiento ultravioleta. • El tiempo de tratamiento con suelo radiante, aireación u otro tratamiento para el control de humedad del sustrato. Todos estos datos conforman una matriz de escenarios que nos llevará a la evaluación del peor de los escenarios posibles, que definirán capacidades necesarias de frío, calor, humectación, CO2, caudales de ventilación y en general, el dimensionamiento de instalaciones. Pero no debemos olvidar una realidad. Es el hecho de que, aunque se incorporen tecnologías de Inteligencia Artificial-Big Data que faciliten enormemente la predicción de posibles cambios en el mantenimiento, estamos tratando con un organismo vivo, capaz de sufrir alteraciones provocadas por enfermedades o errores humanos. Esto es una variable que también debe cuantificarse y que por tanto, es evidente pensar en lo fundamental que es para este tipo de explotaciones la flexibilidad de todas las instalaciones, la sensórica, la rapidez de respuesta, fiabilidad, robustez y redundancias de sus equipos, incluidas en un minucioso estudio RAMS (Reliability, Availability, Maintainability and Safety). LAS INSTALACIONES La clave de una correcta elección del sistema y dimensionamiento pasa por el conocimiento de todas las operaciones necesarias que garantizan el óptimo crecimiento del césped y labores especiales de mantenimiento en el Foso. La necesidad de efectuar operaciones de mantenimiento tanto en el interior como en el exterior, obliga a diseñar instalaciones con gran flexibilidad de conexión de las bandejas móviles con las instalaciones fijas del terreno de juego y las de cada nivel en el interior del Foso. 1. Instalaciones Mecánicas y Automatismos de elevación “Sistema para convertir de manera reversible estadios en infraestructuras multifuncionales mediante la retirada y guardado del terreno de juego en un foso (6), donde ese terreno de juego comprende: un conjunto de bandejas (1) de longitud total, igual a la del terreno de juego en dirección longitudinal del foso (6), desplazables, autoportantes y con las capas de terreno, riego y césped; un conjunto de carros de transporte (2) para izado y traslado de cada bandeja (1) desde su posición en el terreno de juego hasta el foso (6); un conjunto de celosías retráctiles (5), desplegables sobre el foso (6) para la entrada sobre su vertical de cada bandeja (1); un sistema elevador (8) dentro del foso para mover cada bandeja hasta su posición final, de guardado, o en el campo de juego; y un sistema de guardado (7) para ubicar cada bandeja en una posición fija y estable bajo una Grada fija (10) a través de una posible grada abatible (9), en caso de que el foso necesite invadir esa zona.” El sistema de distribución térmica deberá caracterizarse por la impulsión en ambos extremos del hipogeo, conectados y controlados por unidades VAV para garantizar el funcionamiento degradado del sistema 101 INSTALACIÓN
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