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La industria española compite en el ámbito europeo, donde la cogeneración ha tenido y sigue teniendo un desarrollo muy importante. A modo de ejemplo, en Alemania se celebran subastas semestrales de cogeneración desde 2018, en países del este de Europa se están realizando importantes inversiones de renovación de centrales cogeneradoras y DH&C, y en la revisión de los planes integrados de energía y clima 2021-2030 de Italia y de Portugal se evidencia un mayor desarrollo de las plantas. Actualmente, en España hay más de 600 plantas industriales calorintensivas que cuentan con cogeneración distribuida de alta eficiencia y que se inscriben en múltiples sectores como el alimentario, químico, papelero, cerámico, automóvil, residuos, textil, etc. La cogeneración contribuye directamente a la fabricación del 20% del PIB industrial, que mantiene más de 200.000 empleos directos asociados, además de ser una herramienta clave para el ahorro de energía primaria, la reducción de emisiones y la seguridad de suministro del país. Y es, sin duda, la aliada decisiva para el desarrollo de los combustibles renovables en nuestro país, significativamente del H2 y biometano, imprescindibles para lograr mayores cotas de descarbonización en industrias calorintensiva. Al igual que nuestros vecinos europeos, España puede y debe aprovechar sus ventajas específicas en cogeneración promoviendo el desarrollo de nuevas plantas y adaptando el parque actual de cogeneraciones de alta eficiencia El futuro cogenerador pasa por gestionar con éxito la flexibilidad de operación en un sistema de muy alta variabilidad y penetración de renovables para que puedan operar progresivamente con gases renovables y con flexibilidad en un sistema eléctrico caracterizado por una muy alta penetración de renovables y volatilidad. REVERTIR EL RETROCESO Y RECUPERAR RITMO COGENERADOR EN LA INDUSTRIA La gestión de la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania ha originado un retroceso de nuestra producción con cogeneración, lo que ha supuesto una grave perdida de eficiencia energética nacional, mayores emisiones y mengua de la competitividad industrial. La cogeneración ha pasado de producir en 2021 el 10% de la electricidad nacional al 7% actual como claro resultado de la falta de medidas de adecuación del marco regulado a la coyuntura industrial de la crisis energética, con grave discriminación frente a los ciclos combinados. La incertidumbre derivada de los retrasos para adaptar el marco de operación e inversión a los nuevos escenarios de futuro, junto a la regresión de nuestra producción industrial (bajo mínimos este año), son los factores que explican el retroceso. Para revertir esta situación hay que acometer con celeridad las medidas contempladas en el PNIEC 2021-2030 que prevén la transición energética de 1.200 MW y acrecentarlo hasta los 2.400 MW para posibilitar la transformación del parque actual y la creación de nuevas plantas en consonancia con nuestra producción industrial. 1.200 MW PENDIENTES DE DESARROLLO El 92% de la cogeneración está en la industria por lo que la transición de esos 1.200 MW que planifica el PNIEC 2021-2030 (ahora en revisión) es clave para hacer realidad la contribución de la industria a los objetivos energéticos y climáticos. Resulta esencial considerar las importantes sinergias que aporta la cogeneración para el desarrollo de los combustibles renovables, H2, biometano, metanol, etc. y la hibridación de los sistemas energéticos y de generación de electricidad en sus industrias calorintensivas. Pese a estar avanzados los trabajos, siguen pendientes de desarrollo los marcos de operación e inversión para esos 1.200 MW, que no han logrado culminarse en los cuatro años de la legislatura precedente. Priorizar este desarrollo y acrecentarlos hasta los 2.400 MW que solicita el sector y sus industrias es vital para lograr una recuperación industrial con más competitividad y descarbonización, además de una mayor estabilidad y profundidad en la transición y desarrollo de los sistemas energéticos. LA COGENERACIÓN DE FUTURO: FLEXIBILIDAD, EFICIENCIA Y DESCARBONIZACIÓN La transición de la cogeneración es un reto para acrecentar sus contribuciones a la estabilidad y seguridad del sistema y para asegurar y potenciar la competitividad de las industrias calorintensivas españolas. El futuro cogenerador pasa por gestionar con éxito la flexibilidad de operación en un sistema de muy alta variabilidad y penetración de renovables y por incrementar la producción renovable con la adaptación progresiva a los gases renovables, cuya disponibilidad irá incrementándose en España a lo largo de la década. 31 DOSIER EFICIENCIA ENERGÉTICA EN LA INDUSTRIA

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