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renovables, como el biometano, tal y como disponen las políticas nacionales e internacionales, en coherencia con los objetivos de emisiones netas nulas en 2050. Por otra parte, las instalaciones de calefacción basadas en bombas de calor tienen un coste de abatimiento (o coste de reemplazo por una alternativa más baja en emisiones) mucho más elevado que el de otras soluciones, pudiendo ser de entre 7,5-8,6€/ kg de CO2 frente a aproximadamente, 2,4- 3,4€/kg de CO2 de las calderas de alta eficiencia9 y 3,2€/kg de los acumuladores de calor. Según se indica en el informe, los hábitos de consumo ineficientes y el uso de la bomba de calor exclusivamente como sistema de refrigeración hacen que el ritmo real de despliegue no esté siendo el esperado: sólo unas 80.000 bombas de calor de las instaladas al año están siendo utilizadas para calefacción. Lo que resulta significativamente inferior a los objetivos del PNIEC10 y hace que la reducción de emisiones sea inferior a la esperada. Debido a todos estos factores limitantes, España todavía se encuentra alejada de conseguir el ritmo necesario para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones en el sector de la calefacción doméstica de manera eficiente, por lo que es necesario valorar otras alternativas, que permitan alcanzar los objetivos planteados de manera eficiente y en tiempo. En el informe se recomienda que este despliegue de alternativas debe llevarse a cabo atendiendo a las diferentes zonas climáticas (Mediterránea, Continental y Atlántico-Norte), considerando las limitaciones existentes y los hábitos de consumo, y atendiendo también a las características de las viviendas y los consumidores (segunda mano/obra nueva, ruralidad, niveles de renta), de manera que se aborde una transformación realista, eficiente y justa que permita el cumplimiento con los objetivos de emisiones netas nulas a 2050. En las zonas con barreras socioeconómicas, la promoción de equipos de calor renovables de mayor eficiencia (no solo las bombas de calor) y la sustitución de calderas convencionales por calderas de condensación de alta eficiencia, se perfilan como opciones adecuadas en edificios. También ocurrirá esto en las zonas donde la climatología no es favorable para el despliegue de la bomba de calor, como la continental. La instalación de soluciones basadas en calderas de condensación de alta eficiencia posibilitará una reducción más rápida y eficiente de las emisiones en el corto plazo, que será consolidada en el largo plazo a medida que el uso de los gases renovables se vaya extendiendo, tal y como plantean los planes europeos y españoles, sin necesidad de cambio de equipos. La apuesta por los acumuladores de calor y el autoconsumo o biomasa deberá centrarse en zonas de baja gasificación o en aquellos casos donde la bomba de calor no se pueda instalar por la imposibilidad de realizar obras de rehabilitación o no haya espacio en la vivienda para la instalación de los equipos interiores y no haya alternativa de gases renovables. SISTEMAS DE CALEFACCIÓN EN LOS HOGARES SEGÚN LA ZONA CLIMÁTICA Y EL TIPO DE VIVIENDA En uno de sus apartados, el informe analiza los tipos de sistemas de calefacción instalados en los hogares españoles en función de la zona climática y el tipo de vivienda. Se observa que, hasta la fecha, la tecnología de calefacción más utilizada ha sido la caldera (convencional y de condensación), sobre todo en climas fríos, y otros equipos (entre los que se encuentran los acumuladores de calor) para climas más suaves. En la zona Atlántico-Norte, la caldera es el sistema de calefacción más utilizado. Las calderas convencionales representan el 53% de los sistemas en bloque y el 63% en los unifamiliares. Por su parte, las calderas de condensación representan un 14% y un 4%, respectivamente. La zona Continental, más fría, se caracteriza por un alto uso de las calderas, que representan el 80% y el 86% dependiendo de su uso en vivienda unifamiliar o en bloque, además de un 4%-6% adicional proveniente del uso de calderas de alta condensación. En esta zona, el uso de las bombas de calor está poco extendido, así como otros sistemas de calefacción. En la zona Mediterránea, cuyas temperaturas son más suaves, el uso de caldera se ve significativamente reducido (25%-28%, incluyendo las calderas de condensación) y predominan otros sistemas como podrían ser los acumuladores eléctricos y las bombas de calor. Estas últimas representan un 18%-24%. n Según el informe, la tecnología de calefacción más utilizada ha sido la caldera, sobre todo en climas fríos, y otros equipos, como acumuladores de calor, para climas más suaves 42 DOSIER CALEFACCIÓN Y ACS

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