TRIBUNA DE OPINIÓN El uso y la producción de energía son las responsables actualmente del 75 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, y más del 50% de la demanda de energía se destina a satisfacer necesidades térmicas de calor o de refrigeración, lo que supone aproximadamente un 27 % de las emisiones de carbono. “Es previsible que los nuevos sistemas de calefacción que instalemos para aplicaciones residenciales, comerciales o industriales sigan funcionando después de 2050, por lo que es necesario que estos no provoquen emisiones y estén basados en fuentes de energía renovables”, apunta Valle. En este ámbito, el calor de la energía solar térmica es una buena opción para su uso en industrias, cubriendo demandas de baja y media temperatura. También en usos residenciales y domésticos, aplicado a suministro de agua caliente, piscinas, sistemas de calefacción urbana y calefacción de aire, tanto de forma individual como con instalaciones centralizadas para un edificio o de redes de calor. RENDIMIENTO Y OTROS BENEFICIOS DE LA ENERGÍA SOLAR TÉRMICA Una de las claves de esta tecnología está en su rendimiento, “la solar térmica dispara su rendimiento en aplicaciones de generación de calor”, apunta el experto. Esta tecnología alcanza un rendimiento sobre la radiación solar recibida entre el 70 % y el 80 %, mientras que el uso de energía solar fotovoltaica para la generación de electricidad y su posterior conversión en energía térmica supone un rendimiento del orden el 17 %, salvo en aquellos casos en los que la conversión se pueda realizar con bomba de calor. También encontramos ventajas en el ámbito del aprovechamiento del terreno. “Esta tecnología tan solo necesita una hectárea para instalar 2 MW, frente a las cuatro hectáreas necesarias de la fotovoltaica para cubrir la misma potencia térmica por conversión directa de la eléctrica generada”, sostiene el experto. Además, los expertos también apuestan por promover la creación de redes de calefacción urbana centralizadas basadas en energías renovables, en particular mediante la combinación de energía solar térmica con biomasa, preferentemente utilizando biomasa certificada y de proximidad, y con bombas de calor para el aprovechamiento de la aerotermia y la energía geotérmica. La Comisión de Energía del Colegio considera que España cuenta con unas características especiales para dar más protagonismo a esta tecnología. Además de las 2.500 horas de sol al año de las que disfrutamos, nuestro país dispone de “tejido industrial, capacidad tecnológica y profesionales de muy alta capacitación, que nos permitiría poner en marcha y mantener en funcionamiento inversiones en plantas de generación renovable, y en particular de energía solar térmica con un importante efecto multiplicador en nuestra economía”, subraya David Valle. COIIM considera que España “dispone de tejido industrial, capacidad tecnológica y profesionales de muy alta capacitación, que nos permitiría poner en marcha y mantener en funcionamiento inversiones en plantas de energía solar térmica.” El calor de la energía solar térmica es una buena opción para su uso en industrias, cubriendo demandas de baja y media temperatura 87
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