DOSIER SISTEMAS DE CALEFACCIÓN Y ACS 42 y en esto los suelos radiantes son el emisor ideal. Los equipos aerotérmicos, también denominados bombas de calor, utilizan la electricidad para mover el calor de un lugar a otro, por lo que pueden emplearse tanto para calentar como para refrigerar agua. Su eficiencia es tan elevada que son considerados por el actual CTE como fuentes de energía renovable siempre que su rendimiento estacional sea superior a 2,5. Al ser equipos eléctricos, pueden beneficiarse de producciones locales de energía solar fotovoltaica y emplearse tanto para la calefacción como la refrigeración y también la producción de ACS. Estéticamente parecen equipos de aire acondicionado, pero calientan y enfrían agua, por lo que las instalaciones de suelo radiante y aerotermia deben disponer de los equipos necesarios como llenado, expansión, seguridad, etc., así como de un mantenimiento de la parte hidráulica que los sistemas de expansión directa no requieren. Utilizan gas refrigerante, pero en mucha menos cantidad, y su potencia debe ser la adecuada para atender la mayor demanda de calefacción o refrigeración. Esto tiene una implicación importante, y es que no tienen la potencia necesaria para producir ACS de manera instantánea como lo haría una caldera, por lo que necesitan sistemas de acumulación del agua caliente sanitaria. Los equipos aerotérmicos disponen de tecnología modulante, pero el primer escalón de producción suele requerir de un volumen de inercia específico, y también deben trabajar con unas condiciones de caudal muy concretas. Por estas dos razones la mayoría de los fabricantes recomiendan sistemas de instalación que aseguren el funcionamiento del sistema en cada escenario, incluso a carga parcial. Teniendo en cuenta estos requisitos, un esquema de instalación debería contar con los elementos que figuran en el esquema 1. En este caso, si el equipo aerotérmico debiera atender al mismo tiempo la demanda de ACS y la de refrigeración, sería interesante aplicar dos estrategias: o bien programar la producción de ACS en momentos en los que no exista demanda de refrigeración, o si esto no fuera posible, utilizar un generador aerotérmico independiente para la producción de ACS, tal y como muestra el esquema 2. SUELOS RADIANTES Y CALDERAS DE ALTO RENDIMIENTO Las calderas de alto rendimiento ofrecen una gran ventaja en cuanto a reducciones de emisiones de CO2 cuando trabajan a baja temperatura, y de nuevo en este caso su combinación con emisores de baja temperatura como los suelos radiantes aporta grandes beneficios. Salvo instalaciones de gran consumo, las calderas disponen de potencia abundante para producir de manera instantánea el agua caliente sanitaria, por lo que en ese sentido resuelven de partida una parte importante de las necesidades de la instalación sin necesidad de espacio de acumulación. Si es necesario tener en cuenta que los suelos radiantes requieren mayores caudales nominales de los que aportan la mayoría de las calderas. Esto es así porque las calderas están diseñadas para trabajar con saltos térmicos mayores de los que se aplican en suelos radiantes. Por ello es recomendable resolver esta diferencia de caudales mediante una separación hidráulica entre la caldera y el suelo radiante, si bien en este caso no sería necesario incorporar un volumen de inercia a la instalación. Esquema 1. Esquema 2.
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