ENERGÍAS RENOVABLES PARA USOS TÉRMICOS 53 Lo que queda patente es que las opciones de calefacción renovable actual pasan por sistemas de transporte de calor, olvidando los sistemas tradicionales de combustión de hidrocarburos. Los avances tecnológicos nos han aportado máquinas capaces de transportar el calor de un sitio a otro con una gran eficiencia y sin producción directa de CO2. Las bombas de calor reversibles son la respuesta al confort climático de nuestros edificios, permitiéndonos obtener confort en verano y en invierno con una única máquina, y con una eficiencia y rendimientos extremadamente altos -por cada Kwh consumido de energía eléctrica podemos transportar entre 3 y 5 kWh térmicos (COP entre 3 y 5)-. El consumo eléctrico de estas máquinas alimentado con fotovoltaica de autoconsumo de nuestros edificios convertiría el confort de invierno y verano de nuestros edificios en totalmente renovable. Con respecto al ACS, la producción de esta a través de paneles solares térmicos nos permitiría cubrir nuestras necesidades de agua caliente entre el 100% y el 40%, según la zona climática de nuestro país. Con estas soluciones la descarbonización de los sistemas de calefacción sería total. Si bien es cierto que los precios son más altos en comparación con los generadores de combustión, ya contamos con el precedente los paneles fotovoltaicos, tecnología que redujo mucho sus costes al verse favorecida por la economía de escala, siendo ahora fácil y barato implantar el autoconsumo eléctrico en nuestros hogares. La propuesta económica de este tipo de soluciones, en su dimensión de retorno de la inversión a lo largo del ciclo de vida, es mucho más atractiva que la de los sistemas tradicionales, y máxime cuando los programas de ayudas se centran precisamente en estas tecnologías limpias. Del mismomodo, la Plataforma quiere poner en valor las oportunidades que esta transición presenta. En primer lugar, claramente estamos ante una oportunidad de crecimiento económico, permitiendo una mejora de la competitividad y posicionamiento de las empresas españolas. Además, una acertada descarbonización del sector tendrá un gran impacto en nuestras vidas, reduciendo la factura energética de ciudadanos y empresas, así como mejorando nuestra calidad de vida y salud. Hoy en día, cobra especial relevancia el asunto de la dependencia energética. La transformación deseada implica una menor dependencia de combustibles fósiles y de una situación internacional cada vez más inestable. No solo por motivos medioambientales, sino por la histórica dependencia energética de España y de la Unión Europea, los combustibles fósiles han de desaparecer -en la medida de lo posible- de nuestras economías. Para que todo lo anterior se materialice, los instaladores han de tener un rol crucial en la transformación del sector, pues son aquellos con el conocimiento técnico y con trato directo con el consumidor final, siendo los mejores posicionados para aconsejarles sobre las soluciones más óptimas para cada caso. La reducción de la demanda energética a través de la rehabilitación del parque de viviendas debe ser la prioridad absoluta de cualquier estrategia de descarbonización del sector de la edificación
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