TRIBUNA DE OPINIÓN mayoritariamente presencial, esperan claros cambios en sus entornos de trabajo. Como se ve en el gráfico de McKinsey, algunos de los mayores temores son enfermar o perder bienestar como consecuencia de estar en la oficina: Desde el primer momento de la pandemia, la salud se ha colocado como la prioridad principal de los trabajadores. En esta línea, no es sorprendente que las preferencias más importantes, no estén relacionadas con la organización del espacio, sino con el grado de salud que puedan generar las oficinas. Las dos primeras preocupaciones por parte de los empleados en su regreso a la oficina tienen que ver con la salud: Sistemas de filtración del aire y protocolos de limpieza más intensos. De lamismamanera que la vacunación de las personas ha sido fundamental para controlar la pandemia, “vacunar” las oficinas será necesario para que las personas vuelvan de nuevo a su trabajo. Es evidente que en cualquier plan de vuelta a la oficina se deben contemplar de manera clara implementar este tipo de medidas para garantizar la salud y proyectar confianza. Concretamente en España, de acuerdo con un reciente estudio de Adecco, “Salud y Bienestar”, es el factor más importante, sólo después del salario, para los trabajadores. Para más “inri” a ambos lados del Atlántico se está acuñando el término “The Great Resignation” o “La Gran Renuncia” sentimiento que recoge la sensación de hastío y “burn out” de gran parte de los trabajadores, los cuales han reevaluado sus prioridades con motivo del COVID 19, llevando a muchos (especialmente en EEUU) a renunciar a sus puestos o trabajar con menos responsabilidades (y menor sueldo). La traslación europea de “La Gran Renuncia”, es que es una reacción por parte del trabajador, ante el derrumbe del balance trabajo / vida privada previo a la pandemia, además muchos empleados consideran que no han sido bien tratados por sus compañías. Esa apatía y falta de esfuerzo se reflejan en que quieren seguir trabajando, pero pretenden cambiar el cómo lo hacen. EL PUNTO DE VISTA DE LAS COMPAÑÍAS Las preferencias de las empresas apuntan a que el mayor número de personas posibles esté en la oficina, de hecho, en EEUU, donde la huella del teletrabajo es mayor, tres cuartas partes de las grandes compañías han verbalizado que quieren que el trabajo sea presencial. Tras más de 21 meses de pandemia, la verdad incómoda es que al teletrabajo se le está empezando a ver las costuras. Empiezan a ser bastantes los ejecutivos que afirman que la productividad ha decaído y apuntan a las siguientes causas: Más de un 50% de los trabajadores consideran que sus entornos de trabajo no son adecuados de cara a la vuelta. 69
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