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22 DOSIER CALEFACCIÓN tiempos es el proceso de la reduc- ción de emisiones de carbono a la atmósfera, principalmente el CO 2 , uno de los gases responsables del efecto invernadero y, con ello, del calentamiento global. Al final de lo que se trata es de conseguir un sis- tema económico global de bajas emisiones. Hay que partir de que un sistema de calefacción es un consumidor de energía por lo que tendremos que realizar ciertas acciones para que en el consumo de esta energía las emi- siones dañinas a la atmósfera sean las menores posibles. El primer paso es tratar de consu- mir menos. Como siempre se ha dicho, la energía más barata (y la que menos contamina) es la que no se consume. En los edificios nuevos se consigue con diseños más exi- gentes en cuanto a aislamiento (las propias normativas como el RITE y el CTE obligan a ello); pero los edi- ficios ya construidos lo tienen más complicado, aunque hay que tratar de mejorarlo. Las primeras actuaciones que se hacen en los edificios ya construidos tienen que ver habitualmente con el cambio de ventanas que suele ser uno de los mayores escapes de energía desde el punto de vista de calefac- ción. Durante varios años ha habido campañas en forma de subvencio- nes para la mejora en el aislamiento de los “huecos” y el siguiente paso está siendo una nueva campaña de subvenciones, en este caso con bas- tante más cantidad de dinero, para las mejoras de aislamiento integra- les de las envolventes del edificio (PAREER, PREE, fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, etc.). Con estas acciones se ha disminuido, en muchos casos considerablemente, la demanda de energía y, por tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera tam- bién lo harán. El siguiente paso será la utilización de soluciones que sean más eficien- tes por lo que sus emisiones serán menores. En las calderas, como se ha comen- tado, ha habido una evolución tecnológica que ha permitido la reducción de los consumos en muchos casos hasta valores superiores al 35%. El límite en este momento en soluciones de combustión lo mar- can las calderas de condensación cuya tecnología, incluso en equipos domésticos, consigue unos rendi- mientos s/PCS cercanos al 98%. Esto indicaría que el estado del arte en los casos de combustión ha llegado casi al límite. Los propios reglamentos europeos de ecodiseño se han hecho eco de estos avances tecnológicos y así exigen que para los productos de combustión a gas para comer- cializar en la UE la eficiencia sea la de las calderas de condensación. No todas las instalaciones pueden llegar a valores del 98% de eficiencia ya que, aunque los generadores en sí, por su diseño y fabricación puedan conseguir esos valores las calderas de condensación obtienen mayo- res o menores eficiencias según las condiciones de trabajo, siendo más altas trabajando a cargas bajas y con temperaturas de emisión menores. Con estas premisas, se puede concluir que el mejor emisor para conseguir altas eficiencias con calderas de condensación es el suelo radiante ya que las temperaturas de impul- sión hacia él son alrededor de 35 °C pero, incluso en esas condiciones, se puede mejorar con un buen con- trol que adecúe la temperatura de emisión a las necesidades reales del ambiente a calefactar y de las condiciones exteriores (sondas exte- riores, termostatos modulantes, etc.), condición sine qua non para poder aprovecharse de los beneficios de esta tecnología. Aparentemente esto puede hacer parecer que las calderas de conden- sación solo son interesantes cuando el emisor es un suelo radiante… pues no. Muchas viviendas han ido mejorando Un buen control que adecúe la temperatura de emisión a las necesidades reales del ambiente a calefactar y de las condiciones exteriores mejora la eficiencia de la instalación.

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