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104 PERFORACIÓN A lo largo de los casi treinta y cinco años desde que comencé mi andadura en TECSO, S.A., he notado de forma cierta, los vaivenes de la industria, no ya en cuanto al volumen de la obra de investigación minera y/o geotécnica, o incluso en la relación directa con la construcción, sino en las prescripciones de los responsables de dichos trabajos. Y no solo en función del prescriptor, sino de la localización geográfica de la obra. Así, por ejemplo, los diámetros de testigo requeridos para la investigación y para la realización de pruebas en laboratorio, han sido cambiantes tanto en el tiempo como en la geografía. En los años noventa, los diámetros de perforación más habituales en España en sistema convencional, eran de 76 mm y 86 mm con tubos testigo tipo T (T2). Los diámetros, por tanto, de testigo obtenidos, no superaban los 72 mm. Al mismo tiempo, en otros países europeos, se perforaba con diámetros mucho mayores, buscando obtener testigo de más de 100 mm de diámetro. La evolución del mercado y de los materiales de perforación ¿Han sido las necesidades del sector las mismas siempre? ¿Han ofrecido los fabricantes los mismos productos? ¿Se han realmente realizado mejoras impactantes? Estas y otras preguntas similares, surgen a menudo en foros, exposiciones, simposios, e incluso en reuniones informales entre aquellos que nos movemos en la industria de la testificación. Es decir, la perforación con recuperación de testigo. Y a pesar que las preguntas se repiten en el tiempo, las respuestas no siempre son las mismas. Lo mismo sucedía con los sistemas wire-line, con diámetros AQ, BQ y NQ como los más habituales y raramente el HQ. Ni que decir tiene, que el diámetro PQ era testimonial. Sin embargo, hoy día, nos movemos en diámetros de perforación mayores, con la intención de obtener testigos de mayor diámetro. Así, en sistemas convencionales hemos pasado del tubo testigo tipo T (T2), cuyo diámetro mayor de trabajo es 101 mm (84 mm de testigo), a tubos testigo tipo T6 y a unos diámetros de trabajo de 116 mm, 131 mm y hasta 146 mm, con obtención de testigo de hasta 123 mm. En sistemas wire-line también se han desplazado los diámetros de perforación hacia diámetros mayores, quedando los de AQ y BQ prácticamente en desuso, aumentando el empleo del diámetro PQ y NQ y convirtiendo en diámetro estrella el HQ con un testigo de 63,5 mm. Agustín Gómez García. Director comercial de TECSO, S.A.

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