IG309 - Ingeopres

76 CARRETERAS red de carreteras, con la construcción de un buen número de kilómetros de vías de gran capacidad a finales del siglo XX y la década inicial del XXI-, les sigue actualmente una estabilización e incluso un repunte de la siniestralidad. Repunte que afecta especialmente a los usuarios vulnerables y que se localiza de manera más concentrada en las carreteras convencionales. Las respuestas a este reto son, como el propio problema de la siniestralidad, múltiples. Debemos seguir trabajando en la educación y la concienciación, en el refuerzo del control y en la mejora de los vehículos; pero, sin lugar a duda, debemos poner el acento en la mejora de las carreteras, ya que ello tiene un enorme potencial para reducir la siniestralidad desde la perspectiva del 'Sistema Seguro'. Recientemente, la Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera[2] presentaban un estudio en el que se estimaba la posibilidad de reducir 300 víctimas mortales al año y más de 800 heridos hospitalizados con una inversión de algo menos de 2.000 millones de euros en carreteras convencionales, inversión que se recuperaría en un plazo de entre 2 y 4 años. 2.- Sostenibilidad ambiental: mitigación del cambio climático, eficiencia energética y economía circular Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el transporte representa el 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España, y el transporte por carretera supone el 95% de ellas. La sostenibilidad ambiental y, dentro de ella, la reducción de las emisiones son uno de los ejes más importantes de la gestión viaria en los últimos años. El sector público y privado está comprometido con la reducción de emisiones a lo largo de todo el ciclo de vida de la infraestructura. En este sentido, merece la pena destacar la importancia de un buen estado de conservación en el reto de la reducción de emisiones: estudios realizados por la Asociación Española de la Carretera identificaron una reducción de hasta un 6%, que podrían llegar hasta el 12% en algunos casos, en las emisiones de los vehículos asociadas a la repavimentación de tramos de carreteras y la consecuente mejora del Índice de Regularidad Internacional (IRI)[3]. Por otra parte, muy ligados a la reducción de emisiones están los compromisos de mejora de la eficiencia energética; recientemente, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha presentado la Estrategia de Eficiencia Energética 2030 de la Dirección General de Carreteras, en cuyo marco se están instalando panales solares en los entornos de las carreteras en varias regiones, entre otras medidas. En el ámbito de la economía circular, la carretera es un ejemplo de reutilización de residuos y de reciclaje, tanto en la fase de construcción como en la de conservación. La seguridad es el gran reto de la movilidad por carretera. En un escenario de repunte de la siniestralidad, se debe poner el acento en la mejora de las infraestructuras viarias.

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