IG306 - Ingeopres

RESISTENCIA AL FUEGO 86 aleaciones no-ferrosas mencionadas. Por lo general el revestimiento de zinc y aluminio del alambre se funde a partir de una temperatura superior a 350°C. El recubrimiento de zinc se derretirá en un 100%, y aunque el aluminio permanecerá en parte, la resistencia a la corrosión se verá muy afectada. En caso de exposición prolongada a altas temperaturas entre 730 y 1.000 °C, la resistencia a la tracción del alambre de acero disminuirá drásticamente hasta aproximadamente el 50% de la resistencia original. A temperaturas por encima de 730 °C el alambre de acero se está transformando parcialmente en Austenita (es una forma de ordenamiento distinta de los átomos de hierro y carbono. Esta es la forma estable del hierro puro a temperaturas que oscilan entre los 900°C - 1400°C). Incluso temperaturas mayores a 120°C sostenidas durante un período prolongado pueden tener una influencia negativa sobre la resistencia a la tracción y la calidad del alambre (flexión, torsión, etc.). La figura 8 ilustra ensayos realizados a una temperatura de 400 °C con alambre de acero de alta resistencia [5]. Se puede apreciar además, que aún después de una exposición del alambre a una temperatura de 400 °C durante 30 minutos la resistencia a la tracción cae a algo menos de 1.700 MPa. Incluso después de 4 horas de ensayo, la resistencia a la tracción sigue siendo de 1.600 MPa. La temperatura máxima y la duración del fuego tienen una gran influencia en la resistencia a la tracción residual. Los incendios forestales pueden llegar a alcanzar temperaturas por encima de los 800 °C, pero sólo durante un intervalo de tiempo que, por lo general, no supera los dos minutos. Las temperaturas tienden entonces a disminuir rápidamente a medida que pasa un frente de llamas. El zinc se funde a 350 °C, una temperatura significativamente menor que la temperatura de un incendio forestal. Sin embargo, el zinc libre tiende a aparecer sólo cerca de la superficie de revestimiento. Por lo tanto, es muy probable que no haya una pérdida significativa en la masa total del recubrimiento si este zinc libre se funde. La experiencia descrita por Bennets y Thomas [6], afirma que la temperatura de los alambres de acero de 3 mm de diámetro tiende a no exceder los 430 °C, cuando se le somete a una temperatura similar a la aplicable a un incendio forestal durante un tiempo similar. Por lo tanto, es muy posible que la pérdida de recubrimiento no sea significativa debido a la fusión de la aleación a medida que trascurre el incendio forestal. CONSIDERACIONES SOBRE EL ACERO INOXIDABLE FRENTE AL FUEGO En lo que se refiere a los aceros AISI (Instituto Americano del Hierro y Acero) 304, 316 y 430 pueden soportar tiempos breves de exposición a un máximo de 870 °C. Una vez que las temperaturas ascienden, la corrosión y la deformación del material por alta temperatura se vuelven problemas muy evidentes. En la mayoría de los casos, la solución está en el empleo de uno de los aceros austeníticos para temperaturas elevadas, los cuales pueden contener niveles superiores a los normales de elementos de aleación, como cromo y níquel, así como de cerio y silicio, según el ambiente de que se trate. La mayoría de los grados de acero inoxidable que se pueden considerar para la construcción de una aplicación. Por ejemplo, AISI 304 ó 316 tienen útiles propiedades a largo plazo contra la oxidación, que resisten hasta los 800 °C. Así mismo, no empiezan a derretirse hasta llegar a los 1.375 °C. Raramente, se llegará y mantendrán estas altas temperaturas en unas condiciones normales de fuego transitorio. El incremento de la temperatura durante un incendio obviamente tendrá un efecto en la apariencia exterior del metal. A diferencia de la capa pasiva transparente que se forma en el aire húmedo, de nanómetros de espesor, los aceros inoxidables calentados por encima de aproximadamente 300 °C en el aire, se decoloran a medida que les crece una capa de óxido menos densa. Esto evoluciona desde los colores del arco iris que se ven junto a las soldaduras hasta una capa de óxido oscura y no protectora cuyo espesor depende del tiempo de exposición y de la temperatura alcanzada. Para aleaciones austeníticas como la AISI 304 y 316, la temperatura límite para la pérdida de sección durante la Fig. 8 Dependencia de la resistencia a tracción con tiempo de duración del incendio a 400°C [5].

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