RESISTENCIA AL FUEGO 83 conviertan en emergencias civiles. Los habitantes en estas nuevas zonas urbanas deben ser conscientes del riesgo de su comportamiento y de que su seguridad, en buena medida, depende de ellos. Solo un 10% de las urbanizaciones disponen de plan de prevención o autoprotección, a pesar de que la normativa claramente lo exige. • El cambio climático antropogénico está debilitando y estresando a los bosques. La cantidad y continuidad de vegetación seca se incrementa cada vez más y, por ende, su inflamabilidad y combustibilidad (fig. 1). Los superincendios acaecidos en Australia son un ejemplo de lo que en breve podría pasar en España. El cambio climático ha tenido un papel preponderante en la propagación de los incendios; según los expertos de la ONU el Mediterráneo es una de las zonas más vulnerables de todo el mundo. En cualquier caso, sea cual fuere su origen, los incendios suelen producir efectos indeseados, que afectan a las características de los elementos de acero tanto estructurales como no estructurales, ya que se ven afectadas sus principales características físico-mecánicas bajo la acción de las elevadas temperaturas. Sin duda, la principal propiedad del acero es su resistencia a la tracción, siendo de suma importancia estudiar su comportamiento bajo cualquier tipo de acción que pudiera afectarla. El objeto de esta comunicación es explicar y ejemplificar de forma breve la influencia del incremento de la temperatura debida al fuego, sobre la resistencia, deformación y la durabilidad del acero utilizado en los componentes de los sistemas flexibles usados para la mitigación de riesgos. COMPORTAMIENTO DEL ACERO CON EL INCREMENTO DE LA TEMPERATURA El acero como elemento estructural tiene muy buenas cualidades, como son su alta resistencia a la tracción, homogeneidad en la calidad y fiabilidad de la misma, soldabilidad, etc., necesitando relativamente poca intervención tras un fuego, pudiéndose inspeccionar el emplazamiento a posteriori. Resultando además fácil y rápido el montaje de dichas estructuras [3]. Es importante señalar que el acero da una falsa sensación de seguridad al ser incombustible, pero sus propiedades mecánicas fundamentales se pueden ver gravemente afectadas por las altas temperaturas que se llegan a alcanzar en el transcurso de un incendio. AFECCIÓN DEBIDA A LA TEMPERATURA EN LOS PERFILES DE ACERO La relación entre tensión y la deformación (fig. 2) se ve modificada con el aumento de temperatura interna del perfil de acero. En la figura 2 se puede observar por ejemplo, como en un perfil de acero A-42 a una temperatura de 600 °C, cuando se le aplica una tensión de 40 MPa, se consigue el mismo nivel de deformación que cuando se le aplican 260 MPa a 20 °C de temperatura. Para calcular la resistencia de los muros resistentes al fuego, se colocan probetas en hornos de ensayos y se los expone a un fuego cuya intensidad obedece a una curva de temperaturas que varía con el tiempo, denominada curva normalizada de tiempo-temperatura. La norma NFPA 251 [8], presenta una curva de tiempotemperatura (fig. 3). La Sociedad Americana de Ensayos a Materiales (ASTM) adoptó la curva normalizada de tiempo-temperatura en 1918 y constituye, desde entonces, el fundamento de casi todos los ensayos de resistencia al fuego. La figura 3 muestra la curva normalizada de tiempo y temperatura. De acuerdo con este documento el acero estructural colapsa transcurridos 5 min al alcanzar los 538°C. No obstante, antes de producirse el fallo estructural, conforme se va produciendo el aumento de la temperatura las propiedades mecánicas del acero van variando de forma gradual. Fig. 2 Diagrama tenso-deformacional para un acero con resistencia en el límite elástico de 420MPa [7]. Fig. 3 Curva normalizada tiempo - temperatura [7].
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