IG305 - Ingeopres

PROYECTOS INTERNACIONALES 80 El proyecto Cross River Rail tiene como objetivo aliviar la congestión en el sistema de transporte del metro de la ciudad australiana de Brisbane y para hacerlo realidad se han tenido que afrontar numerosos retos: la obra se ejecutaba en un espacio muy confinado y congestionado, la secuencia de construcción era compleja y se requería precisión, eficiencia y seguridad. MÁXIMA PRECISIÓN Y EFICIENCIA EN OBRAS SUBTERRÁNEAS LA EXPERIENCIA EN INGENIERÍA DE MAMMOET AGILIZA LA CONSTRUCCIÓN DEL NUEVO METRO DE BRISBANE Kenny Constructions, el contratista de ingeniería civil encargado del proyecto, necesitaba instalar 59 armazones de hormigón, con un peso de hasta 70 toneladas cada uno, en lo más profundo de la estación subterránea. Superar desafíos como el espacio restringido y unos pocos milímetros de espacio libre a ambos lados de las vigas fue fundamental, todo ello mientras se completaba el proceso en el menor tiempo posible y con interrupciones mínimas para el resto de la infraestructura. El uso de grúas no era factible, por lo que Mammoet aceptó el desafío e ideó una solución completamente ingeniosa. Propusieron una estructura a base de sus conocidos Sistemas Modulares Autopropulsados SPMT, que permitieron el transporte y la instalación de hasta cuatro grandes piezas de hormigón simultáneamente, lo que aceleró significativamente el proceso. Para validar la solución, el equipo ensambló este sistema de transporte en una zona aledaña, realizando una serie de pruebas. Después de una minuciosa preparación y ensayos, comenzaron las operaciones reales. La grúa torre del cliente bajó las vigas al sistema creado por Mammoet para posteriormente pasar a maniobrar con la máxima precisión por la zona subterránea. La suspensión hidráulica y el sistema eléctrico de dirección múltiple de los SPMT permitieron colocar cuidadosamente las vigas en sus posiciones designadas. El aspecto más desafiante fue el espacio libre limitado. Cada una de las vigas tenía un tamaño de 17,6 m, dejando solo 100 mm a cada lado, un poco más que el ancho de una tarjeta de crédito. Y todo ello teniendo en cuenta que el primer lote de estructuras de hormigón, con un peso total de 193 t, tuvo que viajar hasta el extremo más alejado de la estación, una distancia de 150 m, la longitud de tres piscinas olímpicas. Solución aportada por Mammoet para el transporte de las estructuras de hormigón destinadas a los nuevos túneles del metro de Brisbane.

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