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TRIBUNA DE OPINIÓN El mundo está cambiando ¿cómo no va a cambiar el peaje? 78 En este mundo cambiante, estamos todos de acuerdo en que hay que adaptarse a los nuevos vientos como los juncos se adaptan al agua de los ríos. Las infraestructuras viarias siempre han sido necesarias y muchas veces los recursos públicos no han tenido la capacidad financiera para poder abordar los niveles de inversión que estas requieren. La administración debe priorizar y el gasto social es necesario para una sociedad más igualitaria. En algunas ocasiones, las concesiones privadas han podido cubrir ese déficit con resultados globales muy positivos, aunque en otros, la iniciativa ha terminado en fracaso y con el correspondiente rescate del Estado. En estos momentos, en España tenemos casi 2.000 kms de autopistas de peaje bajo el régimen de concesión con sistemas de peajes tradicionales, donde los vehículos deben detenerse o reducir su velocidad considerablemente para proceder al pago del peaje por el uso de esta infraestructura. Estos sistemas de peaje tradicional implican molestias para el conductor, unos niveles de emisión de gases por efecto invernadero muy altos y unos costes de operación muy elevados. Como en todo, la tecnología evoluciona y de la misma manera que la telefonía móvil ha hecho que nuestro teléfono fijo en casa ya sea más un objeto decorativo que otra cosa, la tecnología de peaje libre – que explicaré a continuación – permite a las concesiones dar un mejor servicio a sus clientes/conductores. Se acabaron las colas, se acabó tener que pararse para abrir la ventanilla, buscar cambio, la tarjeta… Demasiadas molestias para pagar un servicio. ¿Realmente iríamos a comprar a una tienda si el proceso de compra fuera tan incómodo? Precisamente el proceso de pago del servicio recibido ha mejorado sustancialmente en todos los sectores: incluso en los peajes tradicionales de concesión, donde al principio sólo se pagaba en efectivo, se introdujo el pago con tarjeta, o el Vía T con grandes beneficios en cuanto a rapidez y ahorro para los conductores. El Sistema de pago con Vía T es realmente cómodo e innovador, ya que permite al conductor dirigirse a una vía de peaje habilitada para este pago y con un identificador, llamado también OBU, pasar por la vía sin necesidad de parar, aunque reduciendo la velocidad. Incluso en fechas complicadas como los periodos veraniegos con mayor afluencia de tráfico, esta opción es siempre mucho más rápida que cualquier otro tipo de pago. De hecho, hay casos en los que una concesión está absorbiendo el 50% del tráfico únicamente con uno o dos carriles dedicados en exclusividad a esta forma de pago, Vía T. Las primeras vías con esta modalidad de pago se implantaron a finales de los 90 y el beneficio ha sido increíble. EL NUEVO SIGLO VE NACER LOS SISTEMAS DE PAGO LIBRE El nuevo milenio trajo los Sistemas de Pago llamados de Pago Libre, traducción literal del inglés FreeFlow. Este tipo de sistemas responden a las siglas MLFF – Multi Lane Free Frow, traducido como Carriles Múltiples de flujo libre. Las soluciones de MLFF son tendencia en todo el mundo, evolucionando desde el peaje electrónico automatizado (telepeaje) al peaje multilane free flow (MLFF), en el que los usuarios realizan el pago de forma electrónica, sin necesidad de detenerse, mientras que el pago se procesa automáticamente, sin afectar al tráfico. Esto hace que las operaciones sean significativamente más eficientes. Además, el flujo constante de tráfico aporta otra serie de ventajas, como la mejora de la seguridad vial y la reducción de las emisiones. Llevamos años siendo testigos de los beneficios del telepeaje y cada vez vemos un uso más amplio. El siguiente paso lógico sería la combinación de las ventajas del telepeaje con una mayor comodidad y seguridad en la carretera. Es el MLFF. Mientras que, en las estaciones de peaje convencionales, los vehículos Javier Aguirre, presidente de Kapsch TraffiCom para España y Portugal

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