Finalización de los trabajos en el puente. Aurora boreal durante la ejecución del proyecto del puente de Umea. 74 CARRETERAS SALVANDO EL PUENTE Para lograr esto, se erigieron torres de apeo temporales alrededor de las dos primeras pilas, para liberarlas así de la carga del puente y permitir que se realizaran los cortes y las operaciones de reparación necesarias en el tablero. También se utilizó un pórtico en voladizo para levantar la sección trasera del tablero del suelo y elevarla hasta alcanzar la cota de lanzamiento en el estribo. Se añadió una tercera torre para soportar la sección frontal del puente y posteriormente una cuarta entre el estribo y la primera pila, y una quinta que se utilizó para soportar la etapa final de lanzamiento del puente una vez finalizadas las reparaciones. Además de levantar el tablero, también era necesario realinearlo y enderezarlo para devolverle su geometría prevista puesto que estaba completamente torsionado y desplazado en todas direcciones a causa del incidente. Rafael Martínez explica cómo se logró esto: “Encima de cada torre instalamos un sistema de gatos hidráulicos que podían mover el puente en cualquier dirección: hacia arriba y hacia abajo, hacia la derecha y hacia la izquierda, y hacia adelante y hacia atrás. El sistema está controlado por computadora, por lo que teníamos una monitorización constante y en tiempo real de todas las cargas del puente. Este fue uno de los principales desafíos del proyecto”. Para lanzamientos de puentes convencionales, los gatos que soportan los apoyos de lanzamiento tienen una carrera máxima de unos 60 a 70 centímetros. Esto no era suficiente en este caso. Elena Muñoz, Project Manager de Mammoet, explica cómo se superó este reto “Utilizamos una amplia gama de equipos de lanzamiento estándar de Mammoet, pero tuvimos que adaptarlos a este caso concreto para crear una nueva solución que combinara dos sistemas de izado diferentes. Las deformaciones habituales que se producen durante un lanzamiento típico no requieren gatos con grandes carreras, sin embargo, en Umeå, necesitábamos un sistema de izado que pudiera elevar el tablero una altura de más de 2 metros. Lo que hicimos fue implementar una característica común de nuestros gatos de trepa, en los gatos que habitualmente usamos para los lanzamientos de puentes. Al hacer esto, creamos un sistema de izado que podía subir hasta la altura teórica requerida y aún podía usarse como soporte para los apoyos de lanzamiento”. RESCATANDO EL PROYECTO Este complejo proyecto de ingeniería aún no está completamente terminado. El puente se está recuperando y su construcción se está completando con la ayuda de Mammoet. “Llegamos a Umea solo tres semanas después del incidente”, dice Rafael Martínez. “El cliente había utilizado hasta drones para para comprender mejor lo que había sucedido y evaluar los daños. Les ayudamos a tener una idea clara de cómo abordar los trabajos y rescatar el puente”. Por su parte, Elena Muñoz y su equipo han conseguido, gracias a este innovador proyecto, crear un novedoso sistema de gateo para el lanzamiento de puentes". n
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