IG303 - Ingeopres 303

7 EDITORIAL Según los últimos datos aportados por la patronal de las grandes constructoras, Seopan, la licitación destinada a carreteras en el primer trimestre de este año ascendió a un valor de 782,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 70,6% respecto al mismo periodo del año anterior. Pero lo más impactante de este estudio es que las carreteras supusieron en estos tres primeros meses la tipología de obra que aglutinaba el mayor volumen de licitación pública, el 12,7% del total, por encima ya de los trabajos en ferrocarriles (12%), destino prioritario de estas licitaciones en los últimos tiempos. Está claro que estamos en año multielectoral y eso siempre se nota en este tipo de estadísticas pero también es evidente que empieza a calar cada vez más en las Administraciones Públicas la importancia que tiene para el desarrollo social y la integridad territorial tener una buena red de carreteras y que esta esté bien mantenida. Más aún cuando el transporte está en un proceso disruptivo en el que factores como la reducción de emisiones, la digitalización o la conectividad están cogiendo cada vez más peso. De poco nos servirá contar con los vehículos más avanzados tecnológicamente y libres de emisiones si después, las vías por donde tienen que circular, están mal conservadas o no permiten aprovechar todo el potencial de estos equipos. Por tanto, necesitamos disfrutar de infraestructuras viarias propias del siglo XXI, en las que primen la sostenibilidad, una adecuada movilidad y, por supuesto, la seguridad. Nadie puede dudar que mantener los firmes en condiciones óptimas, con buena regularidad superficial y repavimentando cuando sea necesario, permite reducir notablemente las emisiones de CO2, disminuye los riesgos de accidentes y hace más confortable la conducción. Eso en cuanto a las propias infraestructuras pero es que además tanto los materiales como el equipamiento que se emplea para su construcción y mantenimiento también están dando pasos de gigante en materia tecnológica. Emplear asfalto reciclado con los más altos ratios de calidad es ya una realidad. Utilizar equipos eléctricos para compactar una determinada vía es ya otra constatable realidad. Y así podríamos poner otros muchos ejemplos del claro compromiso que sigue demostrando el sector de la carretera para ayudar a la sociedad a ese gran desafío que tenemos entre todos que afrontar como es el cambio climático. Kilómetro a kilómetro, seguro que podremos avanzar. Carreteras del siglo XXI La Junta de Andalucía analiza las necesidades laborales del sector minero para adecuar su oferta formativa La Junta de Andalucía ha iniciado los trabajos para identificar las necesidades de formación en el sector minero que servirá como base para el desarrollo de actuaciones específicas de actualización y mejora del actual marco formativo a través de nuevos ciclos de formación, proyectos de FP dual y Formación para el empleo, entre otras acciones, dada la carencia de profesionales cualificados para el desempeño de determinados puestos de trabajo en la industria extractiva en Andalucía. Este es el principal objetivo de la jornada de trabajo que ha liderado la Dirección General de Minas, junto a la Dirección General de Formación Profesional y la Dirección General de Formación para el Empleo, y que ha congregado a los principales agentes del sector minero al objeto de constituir un foro de amplio espectro que permita una detallada especificación de necesidades y la identificación de las acciones que más se ajusten a las demandas del sector. Así, han participado en este encuentro las principales asociaciones del sector como Aminer, AFA y AEMA, los agentes sociales CEA, UGT y CCOO, y entidades formativas especializadas. Durante el encuentro se ha planteado además la importancia de unificar las necesidades de las empresas mineras con lo que requieren los alumnos a la hora de diseñar y ofertar ciclos formativos para que sean un modelo de éxito y a la vez den respuesta a los perfiles que precisa el sector, y también se ha abordado la posibilidad de ampliar los títulos y extenderlos a otras provincias, ya que actualmente solo se imparten materias específicas en Almería y Huelva.

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