CONTROL DE EROSIÓN COSTERA 32 que en su conjunto agrava el fenómeno de erosión en zonas donde ya existía de manera natural, pero que a veces conducen al retroceso de la costa en zonas que no estaban afectadas por fenómenos naturales (fig. 8). Así pues, la erosión costera es el resultado de una combinación de factores, tanto naturales como antropogénicos, que actúan a diferentes escalas. En las costas no rocosas, la erosión costera da como resultado formaciones rocosas en áreas donde la línea costera contiene capas rocosas o zonas de fractura con una resistencia variable a la erosión. Evidentemente, las áreas más blandas se erosionan muchomás rápido que las más duras o firmes, lo que generalmente resulta en accidentes geográficos como túneles, puentes, columnas y pilares naturales. Con el tiempo, la costa generalmente se nivela. Las áreas más blandas se llenan de sedimentos erosionados de áreas duras y las formaciones rocosas se erosionan. Además, la abrasión ocurre comúnmente en áreas donde hay vientos fuertes, arena suelta y rocas blandas. El soplo de millones de granos de arena afilados crea un efecto de arenado. Este efecto ayuda a erosionar, suavizar y pulir las rocas. Según el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático o Panel Interguberna-mental del Cambio Climático), el aumento del nivel del mar causado por el cambio climático aumentará la erosión costera en todo el mundo, cambiando significativamente las costas y las zonas costeras bajas. DAÑOS Y VULNERABILIDAD La vulnerabilidad de las zonas costeras ante el cambio climático se circunscribe esencialmente a dos tipos de unidades: playas y costas bajas del entorno de estuarios y deltas. La vulnerabilidad en estas zonas corresponde básicamente a tres tipos de situaciones o características: a) presencia de estructuras o bienes con valores monetarios de mercado que Fig. 8. Erosión litoral en acantilado Mar del Plata. Argentina (Isla, 2021). representen un 'capital sujeto a daños'; b) existencia de elementos naturales sin valor de mercado pero que son la base de actividades económicas y que podrían verse perjudicadas; c) existencia de unidades naturales valiosas no necesariamente ligadas de manera directa a actividades productivas pero con riesgo de deterioro. El primer grupo corresponde fundamentalmente a las áreas potencialmente anegables de forma permanente o intermitente en las cuales se podría ver afectado tanto el valor de los terrenos como el de los cultivos, edificios o infraestructuras presentes en losmismos. Esas áreas se sitúan sobre todo en los entornos de deltas y estuarios correspondiendo enmuchos casos a antiguas zonas húmedas o intermareales desecadas. También existen algunos lugares ubicados sobre todo en la parte alta de playas con edificios o estructuras que se podrían ver afectados por un aumento del nivel del mar y/o de la intensidad de las tormentas o eventos de tipo tsunami. En el segundo grupo se encuentran esencialmente las playas confinadas que podrían ver reducida su extensión de manera apreciable o incluso desaparecer totalmente. El tercer grupo incluye ciertos humedales y zonas supra o intermareales que podrían desaparecer por elevación del nivel del mar, si bien es probable que dicha desaparición se viera compensada en parte por la aparición de nuevos humedales en zonas de costas bajas como las descritas anteriormente. Menor es la vulnerabilidad de los campos de dunas asociados a playas, aunque en algunos casos también podrían ver reducida su extensión o desaparecer como consecuencia de un ascenso del nivel medio del mar o intensificación de los temporales. El análisis de daños probables debe tener en cuenta dos aspectos. Se deben considerar las posibles pérdidas de 'capital' (daños en infraestructuras o edificios, pérdida de terreno etc.), así como las pérdidas debidas a las perturbaciones, que puedan afectar a las distintas actividades económicas. Lo primero esmás fácil de abordar, pues se refiere a elementos fijos existentes en el territoriomientras que lo segundo plantea muchas más incertidumbres especialmente teniendo en cuenta la gran dificultad de hacer previsiones en relación con las actividades económicas a varias décadas vista. POTENCIAL ENERGÉTICO La energía que una ola adquiere depende básicamente de: la intensidad del viento que sopla sobre la superficie del océano, del tiempo
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