23 La razón de la demolición de presas (según algunas fuentes, hablamos de hasta 108 en los últimos años) se debe a la Estrategia sobre Biodiversidad de la Unión Europea, que busca la reconexión fluvial y la eliminación de barreras en el discurrir de los ríos. Esta política, no obstante, podría discrepar con la planteada por el Gobierno en las últimas semanas. Tal y como se recoge en la web de Moncloa, “el Consejo de Ministros ha destinado 35,5 millones de euros a actuaciones de ejecución inmediata en las cuencas afectadas por la sequía para garantizar el suministro, como bombeos de emergencia o conexiones para el abastecimiento”. Además, continúa el escrito, “se declaran de interés general varias actuaciones en la costa mediterránea, de modo que el Estado central asumirá la construcción de desalinizadoras en Cataluña —una planta en Tordera, con un coste de 220millones—, en Málaga y Almería —200 millones—, así como la intensificación de la reutilización en Alicante, con una inversión de 224 millones. Igualmente, se ha dado luz vede a la Sociedad Estatal de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) para que comience a licitar la construcción de nuevas plantas desalinizadoras alimentadas por parques solares fotovoltaicos, en el marco de su segundo Convenio de Gestión Directa, que cuenta con una dotación económica de 600 millones”. Más infraestructuras de primer orden en un sistema, el hídrico, que lleva clamando acciones de dicho tipo desde hace décadas, en pleno proceso de desmantelamientode infraestructuras clave. En este sentido, desde entidades como el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, se cree que es necesaria una política similar a la planteada para el sistema de carreteras de nuestro país: inversión en conservación y en mejora de las grandes construcciones de almacenamiento y de gestión del agua. Un correcto estado de este tipo de infraestructuras garantiza su buen funcionamiento en épocas de estrés hídrico como el que estamos viviendo, reduciendo, además, efectos adversos a los propios del cambio climático: inundaciones, provocadas por precipitaciones extremas como las que está sufriendo Italia en parte de su territorio. UNA BUENA ESTRATEGIA En un momento decisivo en la Unión Europea, tanto energético como de falta de agua generalizada, ¿cuánto hay que virar las políticas planteadas en los últimos años? Un primer paso fue la consideración de la energía nuclear como sostenible, frente a la opinión de destacadas organizaciones ecologistas e incluso del Gobierno de nuestro país. Un segundo paso, ¿debería ser la consideración de no eliminar las presas y los embalses en los países con mayor tendencia a la sequía, como es el caso de España? De momento, algunas demoliciones en España están en suspenso, a la espera de una mejora o de un empeoramiento de la situación que nos ocupa y en la que la Ingeniería Civil tiene la última palabra, junto con los profesionales agrarios. Una combinación de medidas en ambos sentidos que permitirá establecer acciones consecuentes con los recursos en infraestructuras de los que disponemos y, por supuesto, con las inversiones anunciadas con el Gobierno. No obstante esto, se trata de un camino de largo recorrido, más allá de las elecciones (tema ya tratadopor el Colegiode Ingenieros Técnicos de Obras Públicas en inGEOpres) y de la emergencia que estamos viviendo en este 2023. Hemos de confiar y de apostar por la Ingeniería Civil de manera continua e independientemente de los partidos políticos, escuchando al sector de las Obras Públicas sobre las mejores soluciones para la gestión y para el almacenamiento del agua que, no olvidemos, es una fuente de vida primordial. n Es necesaria una política similar a la planteada para el sistema de carreteras de nuestro país: inversión en conservación y enmejora de las grandes construcciones de almacenamiento y de gestión del agua
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