REPARACIÓN DE HORMIGÓN 88 nes que provocan ciclos de abertura y cierre de las fisuras, siendo, por tanto, dinámicas. En los últimos años, el uso de sistemas de protección en base agua ha avanzado notablemente, en detrimento de los materiales que contienen solventes orgánicos en su composición, principalmente por motivos de salud y seguridad de los trabajadores en obra, así como para reducir el riesgo de incendio. Algunos países, como los Países Bajos, incluso imponen fuertes multas a los contratistas que utilizan materiales que contienen solventes. Así pues, como parte del proceso de rehabilitación pertinente se incluyen los revestimientos protectores que permiten alargar la vida útil de una estructura, incrementando el intervalo de tiempo (IT) hasta la siguiente intervención y reduciendo el número de ciclos de rehabilitación necesarios para alcanzar la vida útil deseada (X es el estado del activo, Y la vida útil del activo, A el estado crítico y B la vida útil deseada del activo – véase el diagrama siguiente). Con todo lo anterior, la huella de carbono y el impacto ambiental puede reducirse considerablemente. ¿SON SOSTENIBLES LOS REVESTIMIENTOS DE PROTECCIÓN EN BASE AGUA? Si comparamos el impacto sobre la reducción de la capa de ozono que generan revestimientos de prestaciones similares, pero con naturaleza diferente, la ausencia de solventes orgánicos en el revestimiento en base agua tiene un fuerte impacto positivo en la disminución de la capa de ozono (parte derecha de la gráfica POCP). Sin embargo, una gran parte de la composición de estos revestimientos protectores de hormigón son compuestos orgánicos en los que la resina se fabrica tradicionalmente a partir de fuentes no renovables. Comparación del potencial de calentamiento global (GWP) y del potencial fotoquímico de creación de ozono (POCP) entre un revestimiento protector con base de disolvente y otro con base de agua[4].
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