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TÚNELES 50 de gases de efecto invernadero de unos 800 kg de CO2 e/t de clinker, el cemento es responsable de hasta el 91% de la huella de CO2 del hormigón y, en todo el mundo, de cerca del 8% de las emisiones antropogénicas de CO2. Esto es cuatro veces más que lo producido por todo el tráfico aéreo mundial. Por tanto, el uso ecológica y económicamente ef iciente del clinker en el hormigón y el hormigón proyectado es clave para mejorar la evaluación del ciclo de vida de los túneles. El hormigón proyectado suele tener una evaluación del ciclo de vida muy pobre debido a la alta proporción de cemento Portland en la mezcla, por lo que durante la fase de planificación debería considerarse una optimización de la fórmula de trabajo. Ligeros cambios en la mezcla y un aumento de la eficiencia del clinker pueden contribuir a una mejora significativa en la evaluación del ciclo de vida de toda la estructura, ya que los grandes proyectos de túneles requieren enormes cantidades de hormigón para su ejecución. La figura 2 ilustra la correlación entre el uso de cemento y la huella de carbono con el ejemplo del proyecto del Túnel de Base del Brennero que conectará la ciudad austriaca de Innsbruck y la italiana de Fortezza bajo los Alpes (con un total de 220 km de túneles, NATM y TBM). En este caso, la parte de las emisiones de CO2 que corresponde a la producción de cemento es responsable del 66% del total de las emisiones durante la fase de construcción. Todos los demás componentes del hormigón y su producción sólo representan el 18%, mientras que el resto de procesos, como la energía necesaria para el funcionamiento de la tuneladora, los combustibles, los materiales de sellado y similares, sólo representan el 16%. Para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de una mezcla de hormigón, se pueden utilizar cementos compuestos eficientes, cementos puzolánicos, adiciones activas o inertes (por ejemplo, escoria granulada de alto horno, filer calizo, etc.). La figura 3 muestra el potencial de ahorro de CO2 de estos hormigones más sostenibles. Dado que los denominados eco-hormigones presentan algunos retos en cuanto a su trabajabilidad y sus propiedades mecánicas, es indispensable disponer de amplios conocimientos de la tecnología del hormigón y manejar la combinación óptima de aditivos de última generación para cumplir los requisitos necesarios de consistencia, resistencia temprana y durabilidad. Las consideraciones anteriores sobre la evaluación del ciclo de vida del hormigón, y el hecho de que el clinker del cemento domina las emisiones de CO2 de la construcción subterránea, conducen inevitablemente a cuestionar si los revestimientos de hormigón convencionales y la suposición de que el hormigón proyectado es un elemento de sostenimiento eminentemente temporal, deben seguir formando parte del 'estado del arte'. 4. HORMIGÓN PROYECTADO COMO REVESTIMIENTO PERMANENTE Hoy en día, la mayor parte del hormigón proyectado se produce en modernas plantas con amasadora controladas por ordenador y se aplica con equipos de proyección de última generación. La puesta en obra ha mejorado de manera continuada en los últimos años gracias a la actualización de la tecnología de los equipos y al alto nivel de cualificación de los Fig. 2: Emisiones de CO2 resultantes de la construcción del Túnel de Base de Brennero. Figura 3. Potencial de reducción de gases de efecto invernadero mediante el uso de hormigones ecológicamente optimizados.

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