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96 DEMOLICIÓN El caso que nos ocupa hoy no tiene sus raíces tan atrás en el tiempo, pero es antiguo. Habla del buen hacer de otros tiempos y nos mues- tra cómo el CRAS ayuda a salir de problemas de manera sencilla y eficaz. Pongámonos en situación: durante unos trabajos de ampliación en una estación de metro de una impor- tante ciudad europea, toca eliminar unos bloques de hormigón que fra- guaron allá por 1940. Siguiendo los procedimientos habituales en estos casos, la empresa trata de demo- ler el hormigón usando martillos neumáticos. Imposible. El buen trabajo reali- zado hace casi ochenta años por quienes fabricaron este hormigón hace que los 'pica pica' no pue- dan hacer mella en el concreto. El proyecto global se ve ralentizado por un contratiempo inesperado. El buen trabajo hecho a mediados del Siglo XX se resiste a ser elimi- nado en pleno Siglo XXI. El trastorno económico que causa la detención durante varios días de la obra por la imposibilidad de eliminar unos simples bloques de hormigón movió a la empresa encargada de hacer este trabajo a buscar otras soluciones. El CRAS y el hormigón de cuarenta años ¿Cuántas veces hemos oído, o incluso comentado, eso de que ya no se trabaja como antes? Algunas obras hechas en el pasado nos siguen sorprendiendo por su solidez y resistencia al paso de los años, incluso de los siglos, como esos puentes romanos que han seguido usando para el tráfico casi dos mil años después de su construcción. Kayati Fue el momento para el cemento demoledor CRAS, fabricado por la firma alavesa Kayati SL. Con la aplicación de este mortero, que se trabaja como un cemento y que genera, al fraguar, la presión suficiente como para romper las rocas más recalcitrantes, la elimi- nación de los viejos bloques de hormigón pudo hacerse con rapi- dez y seguridad. Gracias al CRAS, los responsables del proyecto pudieron respirar tranquilos y continuar mirando al futuro, sin que el buen trabajo del pasado se interponga en su camino. n

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