Ingeopres_IG291

MINERÍA destacan unos valores muy altos de litio (entre 520-890 ppm), así como valores significativos de Sn (50-93 ppm) o Zn (hasta 209 ppm), valores muy elevados para ser un granito regional. Son rocas de afinidad calcoalcalina (aunque ya muy próxima al polo sub- alcalino) que derivarían de un magma de tipo S con cordierita. Este granito regional está intruido por una serie de cuerpos menores, de emplazamiento sin a tardi-orogé- nico (tardi a post-D3) como son el de Bejanca, el de Mangualde y el de Calde. De ellos es el granito greisenizado de Bejanca el que despierta un mayor interés ya que a él están vinculadas las mineralizaciones estudiadas. Se trata de un leucogranito moscovítico con turmalina que contiene peque- ñas cantidades de micas de litio. Se trata de monzogranitos más o menos greisenizados (granitoides ricos en cuarzo), de afinidad calcoalcalina, que derivarían de magmas de tipo S con cordierita. El granito de Mangualde forma un plutón con monzogranitos biotíticos de emplazamiento precoz (sin a tardi) y afinidad calcoalcalina que derivarían de magmas de tipo I. Este macizo presentan bandas de rocas meso-melanocráticas de composición intermedia a básica (cuarzomonzogabros) muy ricas en titanio (TiO2= 1,49%). Estas rocas mantienen la afinidad calcoalcalina del encajante pero sus características químicas hacen que se sitúen en el campo de las rocas pre-colisión. Por último el granito de Calde es el típico macizo tardi-orogénico constituido por monzogranitos moscovítico-biotíticos de carácter porfídico, afinidad sub- alcalina (aunque en el límite con las rocas calcoalcalinas) que derivarían de magmas de tipo S con cordierita. DISTRITO DE LOS SANTOS Las mineralizaciones del distrito de Los Santos encajan en unos monzogranitos con cordierita, espe- cialmente en las facies marginales, pertenecientes al Batolito de Ávila. Son rocas calcoalcalinas de emplaza- miento sin a tardi-orogénicos (sin D3) que presentan como característica singular la presencia de diópsido y sanidina y su afinidad con magmas tipo I, una composición que los hace semejantes a los granitos encajantes de las mineralizaciones de Otero de Herreros (Granito de Otero). Dentro de estos granitos puntualmente se identifican pequeños cuerpos tona- líticos formando pequeños enclaves que se habrían formado por procesos de disgregación y mezcla de una serie de rocas de naturaleza más básica con los magmas graníticos regionales. Genéticamente las mineralizaciones parecen estar vinculadas a un leuco- granítico con turmalina y/o biotita que aparece formando pequeños diques. Son leucogranitos de afinidad calcoal- calina que presentan fenómenos de contaminación hidrotermal sobreim- puesta. Petroquímicamente tienen una asignación variable, ya que caen dentro de los campos de monzogra- nitos, sienogranitos y granodioritas, siendo rocas de emplazamiento sin a tardi-orogénicos (sin a tardi-D3) que derivarían de magmas de tipo I al igual Figura 11. Corte geológico representativo del leucogranito mineralizado de Enaras. Figuras 12. Infraestructuras mineras exteriores de las minas de Bejanca. 35

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx