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60 MINERÍA Los medidores activos (o medidores en continuo), por su parte, permiten dar resultados de la concentración del radón en el lugar de estudio en un espacio de una hora. Los pasos que se pueden seguir para realizar la medición de concentración de gas radón en una galería son los que se exponen a continuación, tal y como expone la Guía de Seguridad 11.4 del Consejo de Seguridad Nuclear de España (CSN, 2012): a)Planificación del estudio: en esta fase se deberán estudiar todos los aspectos relacionados con lamanera en la que se desarrolla el trabajo en la instalación estudiada. Se deberán recabar planos del lugar, horarios de los empleados, periodos en los que se interrumpe la actividad (festivos, fines de semana, etc.), número de estancias donde se desarrollan tra- bajos y tiempos de permanencia de los trabajadores en estas, ubicación de las instalaciones de ventilación, gradientes térmicos, etc. Las mediciones deben realizarse en lugares que sean representativos de la ocupación real o razonablemente previsible de los trabajadores. Para ello deberá indicarse claramente dónde se han colocado y cuántos detectores se han puesto. Para las galerías de agua, al tratarse de espa- cios subterráneos, se recomienda que las mediciones abarquen al menos 3 meses, aunque es recomendable medir durante un año completo, preferiblemente colocando medi- dores pasivos en cuatro periodos de tres meses de duración cada uno. b)Realización de las exposiciones y análisis de los dispositivos demedida: una vez retirados los detectores pasivos que llevan colocados tres meses en el mismo sitio, se deben enviar inmediatamente a labora- torio acreditado para su análisis, se recomienda también realizar una medición con un equipo de medición activa para evitar errores en la medida y tener un orden de magnitud. El laboratorio deberá dar los valores medidos expresados como concentraciones medias de radón (en Bq/m3), además del valor de incertidumbre. c)Expresión de los resultados y toma de decisiones: para cada zona homo- génea se deberá conocer su valor de concentraciónmedia anual de radón y su incertidumbre. Si en una zona homogénea se colocase más de un detector, el valor de concentración medio será igual a la media aritmé- tica de los resultados obtenidos de los diferentes detectores. d)Diseño e implantación, si procede, de medidas para reducir las exposi- ciones al radón de los trabajadores y del público: se deberán controlar en todo momento las exposiciones de los trabajadores al gas radón, minimizándolas en la medida de lo posible. Para ello, los trabajadores deberán portar un dosímetro de radón en el interior de la galería o pozo y, además, se deberán tomar las soluciones constructivas y/o admi- nistrativas cuyo coste sea asumible por la organización. Dentro de las medidas constructivas se inclu- yen los sistemas de extracción y/o ventilación forzada y dentro de las medidas administrativas entraría el control de los tiempos de per- manencia de los empleados en las zonas con mayores concentraciones de radón. En los ambientes en los que la concentración de radón es muy superior al nivel de referencia, como puede ser el caso de algunos pozos y galerías, se recomienda que los trabajadores lleven un dosímetro personal de radón. Debe valorarse además el uso de EPIS. RESULTADOS OBTENIDOS Y DISCUSIÓN A partir de los resultados de los estu- dios epidemiológicos más recientes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda utilizar un valor de 100 Bq/m3 como nivel de referencia para el promedio de la concentración anual de radón en el aire interior de las viviendas, aunque si las circuns- tancias nacionales lo justifican, este nivel de referencia puede elevarse hasta 300 Bq/m3. El riesgo asociado a la exposición al radón varía de manera lineal, y por cada 100 Bq/m3, aumente en un 16% el riesgo de padecer cáncer de pulmón. En los lugares de trabajo, la Instrucción IS-33 sobre criterios radiológicos para la protección frente a la exposición a la radiación natural fija un nivel de referencia de 600 Bq/m3, excepto para lugares de trabajo con uso residen- cial o educativo, en los que el nivel de referencia es de 300 Bq/m3. No obstante, con la transposición de la directiva 2013/59/Euratom al ordena- miento jurídico español se establecerá un nivel de 300 Bq/m3 para todos los lugares de trabajo, En las galerías de agua y pozos de las Islas Canarias se supera ampliamente ese umbral, con valores medios que superan los 6000 Bq/m3 (Santamarta et al., 2020). Dosímetro individual para trabajadores mineros (foto cedida Radonova).

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