55 En esta transición, la energía es uno de los retos que más apremia. La fabricación de alimentos y bebidas es uno de los principales sectores de destino de la producción energética a nivel nacional. La industria requiere energía eléctrica y térmica en múltiples fases, como control del proceso de las instalaciones, calefacción, refrigeración y maquinaria, entre otros. En este contexto de alta demanda, la competitividad del sector está condicionada principalmente por la dependencia de las importaciones energéticas, así como por las medidas fiscales en esta área. Es necesario contar con un sistema energético menos dependiente de los combustibles fósiles. Alcanzar la soberanía energética disminuirá la exposición del país a las variaciones de los mercados internacionales de combustibles, aumentando así su resiliencia frente a los cambios internacionales y mejorando su competitividad en el contexto global. Según datos de la Memoria de Sostenibilidad de FIAB, ya en 2019 el 9,2% del total de la energía consumida en el sector procedía de fuentes renovables.
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