IA38 - Almazaras

58 EMPRENDEDORES este tipo que sea coherente y pueda atraer al público. José afirma que vienen almazaras de todo el mundo para conocer el modelo y que ellos siempre explican cómo empezar, enfocar, por dónde iniciar el proceso de comercialización… Dentro de todas las recomendaciones que transmite, a la que da más importancia es la profesionalización de las actividades, sean muchas o pocas. Algunos de los ejemplos que pone para ilustrar sus palabras son contar con baños acondicionados para un grupo de personas, mantener un mínimo de limpieza de la almazara, no publicitar visitas en inglés si no se cuenta con nadie que lo hable o anunciar visitas diarias y solo abrir el sábado por la mañana. Otro aspecto muy importante es el de las reservas. Hay que evitar quedarse atrás, ofrecer herramientas al turista que le faciliten agendar una visita más allá de llamar al teléfono móvil. Eso se traduce en que la web en que se ofertan nuestros servicios cuente con un calendario y con la opción de pedir hora. “Ya tengo anotadas cuatro personas de Australia para octubre del 2025”. El 90% de las reservas para visitar la almazara Oleícola San Francisco son online. RELEVO GENERACIONAL, UNA ASIGNATURA PENDIENTE Para retener en el campo a las personas jóvenes y que prosigan con el legado familiar, es necesario crear un escenario interesante. “No es fácil vivir en el medio rural”, asegura José. Si no se cambian las fichas del tablero, cuando los jóvenes se marchen a las grandes ciudades a estudiar se negarán a volver. Allí hay más facilidades. En la familia de José y Manolo hay siete nietos y sólo uno manifiesta que quiere continuar con la empresa. Tiene casi 17 años, y todavía tiene margen de tiempo para reafirmarse en su decisión o volar hacia otros parajes. Eso sí, su padre, José, manifiesta que su hijo sigue la actividad profesional de su padre y su tío en televisión u otros medios: visitas a restaurantes con estrellas Michelín, viajes internacionales, a Las Vegas, una gala gastronómica en Londres… La vida en el pueblo, igual no es sinónimo de aburrimiento. La generación de su abuelo, padre de José y Manolo, observó con recelo la evolución del modelo de negocio de su almazara, pero su visión fue transformándose poco a poco a medida que maduraba. Antes de jubilarse, siempre estaba pendiente de cuántos camiones habían acudido a la almazara para llevarse el aceite de oliva lampante. A 2025, pregunta por el número de autocares que llegan para visitarla. Los tiempos del aceite de calidad modesta en cantidades industriales ha terminado.n Grupo de visitantes provenientes del continente asiático.

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