56 EMPRENDEDORES El primer paso que dieron juntos fue realizar un primer análisis de cuál iba a ser la perspectiva de la empresa a la hora de vender aceites de primerísima calidad. Así fue como en 2012 se percataron de que las personas no tienen ni idea de aceite. La experiencia les hizo abrir los ojos a la posibilidad de que la cultura fuera un bastión de futuro. José tenía claro el enfoque y también el cómo: emular el modelo del vino, ya que en ese momento ya llevaba 20 años funcionando con éxito. La decisión los llevó a la Borgoña francesa para hacer un estudio de todas las bodegas abiertas al público. También en España. Una vez las visitas a bodegas terminaron, la almazara Oleícola San Francisco abrió para visitas guiadas el siguiente lunes, todos los días de la semana, en inglés, francés y castellano. A su vez, también trabajaron las redes sociales. Ese primer año abrieron sus puertas a 140 personas. José asegura que lo vio muy claro. Gracias a sus conocimientos y experiencia como gestor de recursos, dio forma a los productos que ofrecen al visitante hoy en día alrededor del olivar y el aceite. “Si vamos a hacer esto, tiene que ser de forma profesional, tenemos que ser punteros. En el proceso, hablamos con agencias de viajes, colectivos…” Hoy en día cuentan con un departamento que se encarga de gestionar la reserva, motores de reserva internacionales, personas que hablan idiomas, turoperadores estadounidenses, italianos, noruegos, franceses, daneses… De cara al 2025, Oleícola San Francisco ya tiene casi un 40% de las fechas ocupadas. TIPOS DE PRODUCTO QUE OFRECEN: CUANDO LA GASTRONOMÍA SE SUPEDITA A LA VISITA El producto de oleoturismo más sencillo que ofrecen es el de la visita básica. Dura una hora y media, durante la cual se muestra la almazara antigua, la nueva, dos proyecciones en las que se muestra cómo funcionan y, finalmente, un paseo por los olivos si el turista lo desea. En caso que sí, se pasea durante una hora y media entre olivos jóvenes y viejos y se les muestra los sistemas de riego y el estado de los frutos. Este tipo de visita se denomina “almazara y olivar”. Los meses de octubre y de noviembre organizan la actividad 'aceituneros por un día' que consiste en la recogida de la aceituna de forma tradicional, llevarla a moler mientras en paralelo se realiza la visita. Al terminar, en la cata de aceites, uno de los que se prueba es el que acaban de elaborar.
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