IA38 - Almazaras

OLIVICULTURA 20 valor medio de días en los que el suelo posee más de 23°C está aumentando desde principio de esta década, no disminuyendo de 75 días en el año. Además, se aprecia que desde el año 2022, el número de días en los que el suelo está por encima de 25°C es superior a 40. Nuestros primeros resultados muestran que existe una relación inversa con r=-0,55 entre el número de días en los que la temperatura del suelo en Olivenza ha superado los 25°C en los primeros 10 cm con la producción de aceite de la provincia de Badajoz. El valor de correlación no es bajo teniendo en cuenta que se relaciona un valor de una localidad con la producción de la provincia más larga de este a oeste de España. De forma similar, la temperatura ambiente en un mes tan crítico como mayo es de crucial importancia, pues es el habitual en que tiene lugar la floración y cuajado de los frutos, aunque en los dos últimos años (2023 y 2024) la floración en Badajoz se ha adelantado a abril. Cada vez son más frecuentes los meses de mayo con olas de calor que provoca severos daños en la fecundación y cuajado. Ya en números anteriores se ha mostrado que las temperaturas elevadas en este mes (nº de días con temperatura máxima por encima de 30º y 34°C) y su relación inversa con la producción provincial (Figura 3). Con esta estimación se puede observar en la Figura 4 la representación gráfica de esa relación inversa (r=-0,45) entre el número de día de 30°C de máxima con la producción provincial. Esta relación podría tener incluso un coeficiente de relación más elevado con datos de producción con mayor delimitación de zonas productoras. Con estos resultados tentativos se pueden hacer estimaciones a corto plazo de producción en las que tengan en cuenta no solo las precipitaciones, sino también las temperaturas durante el ciclo del olivo, tanto ambientales como del suelo, aunque esto no debe de sustituir a las estimaciones a nivel de campo y monitorización de la cosecha. A largo plazo es más complicado poder estimar la evolución del olivar en determinadas regiones, aunque se debe establecer una vigilancia de los posibles cambios climáticos para prever las prácticas culturales e incluso el diseño de la plantación (marco, intensidad, variedad, aprovechamiento de aguas pluviales, etc.). A fin de seguir estudiando los efectos del clima y meteorológicas en la producción regional, en este trabajo se ha examinado la climatología de las principales zonas olivareras extremeñas para así conocer cómo ha variado climatológicamente en la última década y poder discernir como podría ser en el futuro, así como prácticas agrícolas que puedan ayudar a mitigar ese calentamiento de la superficie del olivar y que afectaría a la capacidad productiva del olivar. El primer objetivo se presenta a continuación y en un próximo número el segundo. Figura 2. Relación del número de días de la temperatura del suelo de Olivenza por encima de 23 y 25°C y la producción de la provincia de Badajoz. Figura 3. Números de días en el mes de mayo en el que se superan los 30º y 34°C en la localidad de Don Benito y su relación con la variación de la producción media de las 5 campañas anteriores. En verde oscuro la producción pacense es una estimación a falta de concluir la campaña 2024-25.

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