ENTREVISTA 19 mercados, empezando por Estados Unidos. Siendo una estrategia que ha dado buenos frutos, se ha demostrado que se queda corta. No solo queremos que el consumidor de Boston o Shanghái compre nuestro producto, sino que también esté dispuesto a asumir un diferencial de precio por estar adquiriendo el aceite del líder en calidad y sostenibilidad del planeta. Eso significa que tenemos que trabajar en construir en la mente del consumidor la marca Aceites de Oliva de España. Y lo tenemos que hacer a partir de tres ejes que son los que vertebran nuestra comunicación: Salud, sabor y sostenibilidad. Asociamos las campañas de marketing a la novedad. ¿Cómo enfocarlo hacia un producto que se obtiene desde hace milenios sin sonar aburrido o repetitivo? Un producto milenario, que nos acompaña en el día a día, también puede ser un gran desconocido. La proximidad se traduce en cultura y costumbre en el uso del producto, pero no necesariamente desde el conocimiento, sino desde la tradición. En España, la experiencia nos ha demostrado que el consumidor medio aún desconoce muchos aspectos de este alimento. El ejemplo más claro lo tenemos en la campaña de tres años de duración que, con la colaboración de la Unión Europea, realizamos hace una década. Pusimos el foco en los aceites de oliva monovarietales, que apenas tenían recorrido comercial en nuestro país. A partir de ese momento, el consumidor tomó conciencia de la enorme variedad de aromas y sabores a los que tiene acceso a través de nuestros vírgenes extra. Fue un rotundo éxito. Fuera del Mediterráneo, el aceite de oliva es en realidad un alimento bastante “exótico”. Tenga en cuenta que la producción mundial de este alimento es casi una gota en un océano de grasas vegetales comestibles, dominadas por la palma y las semillas como la soja o el girasol, poco más de un uno por ciento del total de grasas en una campaña normal. Eso significa que es un producto novedoso que llega a esos mercados con el marchamo de alimento saludable. De hecho, el gran reto es enseñar cómo emplearlo en la cocina. ¿Cómo se controla la trazabilidad y la calidad del aceite de oliva desde el campo hasta el producto final? Esta pregunta escapa a las atribuciones de la Interprofesional. No obstante, las entidades del sector tienen obligación de documentar la trazabilidad del producto y las Administraciones Públicas realizan el control de dicha trazabilidad. ¿Existe un crecimiento de mercado del aceite de oliva en otros sectores, como por ejemplo el cosmético? Efectivamente, los aceites de oliva se han hecho un hueco en el sector de la cosmética. Algo lógico si tenemos en cuenta que este alimento era parte fundamental en el cuidado y la belleza de antiguas civilizaciones como Egipto o la Grecia clásica. Pero si hubiera que destacar un sector que cada día usa más nuestros alimentos es el de la industria agroalimentaria. Desde hace algo más En España, la experiencia nos ha demostrado que el consumidor medio aún desconoce muchos aspectos de este alimento
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