19 ANÁLISIS Una buena climatología hasta el final también haría que se recuperasen los niveles normales de rendimiento hasta valores próximos al 21%, y no cercanos al 17-18% de esta dos últimas campañas, lo que sin duda tendría una gran influencia en la cifra final de producción; no obstante, ambos factores, climatología y rendimiento, los iremos viendo con el transcurso de lo queda hasta el otoño, e incluso el rendimiento hasta los primeros días de recolección. Para hablar del futuro, existe un reto que no debemos permitir se demore ni un solo año más, el abordar una seria y eficaz política hidráulica, en la que se aproveche, no sólo hasta la última gota de lluvia que caiga, sino que también gestione adecuadamente todas las aguas ya utilizadas, desde las domésticas, residuales, etc. No nos sirven los innumerables discursos de políticos cortoplacistas a los que sólo les preocupan sus inmediatos cuatro años de legislatura, una buena política de gestión de aguas necesita de muchas nuevas infraestructuras, y eso sobre pasa las escasas miras de esos cortoplacistas. A partir de aquí, sin duda se producirán muchos reajustes, los primeros en las tendencias del mercado, lo que sin duda nos pondrá encima de la mesa otro gran reto estructural de nuestro sector, la gestión de nuestras producciones. En la actualidad tenemos excelentes precios para el productor, claro, que tenga aceite, pero no tan buenos para el envasador, por su enorme volatilidad, y con un riesgo añadido, el efecto llamada para inversores que ven en el olivar y en estos precios, una oportunidad de oro para sus inversiones. Ya nos empiezan a preocupar las enormes producciones que se nos avecinan, con modernas plantaciones en zonas que antes se dedicaban a otros cultivos, y también los procesos de modernización de olivares anti-
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