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OLIVICULTURA 71 LIFE Agromitiga: tras 5 años de desarrollo de esta iniciativa, gracias a las prácticas de Agricultura de Conservación, algunos suelos han incrementado su contenido de carbono orgánico hasta un 32% y han reducido las emisiones de Gases de Efecto Invernadero alrededor de un 20% IMPORTANCIA DEL SECUESTRO DEL CARBONO En este sentido, la AEACSV lleva trabajando desde 2009 en iniciativas que fomentan el uso de la Siembra Directa y las Cubiertas Vegetales como herramientas para potenciar el secuestro de carbono en el suelo. “Cuando luchamos contra la erosión dejando los restos vegetales de las cosechas o con las cubiertas vegetales, incorporamos materia orgánica al suelo, secuestramos carbono y luchamos contra el cambio climático”. De ahí que en los ecorregímenes se hable de agricultura del carbono cuando se alude a la Agricultura de Conservación y, además, se consideran este tipo de prácticas como idóneas para la generación de los llamados créditos de carbono, por los que se les pueda pagar a los agricultores por este secuestro. Refuerza la importancia de “disponer de datos fehacientes de la capacidad de secuestro de este tipo de prácticas, para cuantificar la contribución de la Agricultura de Conservación a los objetivos climáticos de la Unión Europea y para establecer tasas de secuestro científicamente validadas, de cara al cálculo de los créditos de carbono”. En este marco, el proyecto europeo LIFE Agromitiga, es una iniciativa en la que se persigue demostrar la capacidad de secuestro de carbono de la Siembra Directa y de las Cubiertas Vegetales en diferentes ambientes edafoclimáticos. En esta iniciativa, además de la AEACSV, participan ASAJA Sevilla, la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, la Federación Europea de Agricultura de Conservación (ECAF), el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) y la Universidad de Córdoba. Dentro del proyecto se ha establecido una red de 35 explotaciones en Andalucía y 6 en otros países europeos como Portugal, Italia y Grecia, en las que se está realizando un seguimiento del contenido de carbono en el suelo y de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Son reveladores los datos aportados por Gil Ribes, ya que los resultados obtenidos tras 5 años de desarrollo de esta iniciativa, muestran cómo gracias a las prácticas de Agricultura de Conservación, "algunos suelos han incrementado su contenido de carbono orgánico hasta un 32% y han reducido las emisiones de Gases de Efecto Invernadero alrededor de un 20%”. MANEJO ADECUADO DE LAS CUBIERTAS VEGETALES Jesús Gil asegura que para que el uso de las cubiertas vegetales sea rentable ambiental y económicamente. como una alternativa eficiente de sostenibilidad, es más que necesario un manejo adecuado de modo que no compitan por el agua con el olivo, segándolas en el momento oportuno. "La mejor forma es hacerlo con los datos de olivareros que lleven años con ellas e informen de sus resultados económicos, a ellos los creen más que a los investigadores”, resalta. Antonio Manuel Conde, ingeniero agrónomo y agricultor, nos habla de su experiencia en su propia finca donde gestiona una explotación agrícola familiar de 30 hectáreas donde conviven olivos y otros cultivos leñosos como el almendro. A día de hoy, su explotación es un olivar tradicional con marcos de plantación amplios, pudiendo alcanzar los 12 y 14 metros entre olivos, “lo que nos permite intercalar nuevos cultivos leñosos”. Cuentan por tanto con parcelas en secano donde hacen una distribución de cultivos que no provoquen competencia por agua y nutrientes entre ellos. Conde, conocedor del uso de las cubiertas vegetales, afirma que debe tener la vista puesta en la no compe-

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