OLIVICULTURA 67 Cárcava en suelo de olivar. Foto: Antonio Conde. de aceite, con 588.000 hectáreas (38% del total); seguida de Córdoba (24%) y Granada (13%). En el caso de la aceituna de mesa, Sevilla concentra la mayor extensión cultivada al rozar las 57.000 hectáreas (70%), como arrojan los datos del primer Aforo del olivar de Andalucía para 2023-2024, publicado recientemente por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía. Unos datos que avalan el lugar privilegiado que ocupa la comunidad autónoma andaluza, seguida de Castilla-La Mancha y Extremadura, como principales productoras de aceite de oliva en nuestro país. LA IMPORTANCIA DEL CULTIVO DEL OLIVAR Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, “la producción española de aceite de oliva supone el 70% de la producción de la UE y el 45% de la mundial”. El sector no sólo destaca por su importancia económica, sino que también tiene una gran repercusión social, ambiental y territorial, ya que más de 350.000 agricultores se dedican al cultivo del olivar. El sector mantiene unos 15.000 empleos en la industria y genera más de 32 millones de jornales por campaña. El aceite de oliva es además el tercer producto agroalimentario más exportado por nuestro país, con más de 150 países de destino y una balanza comercial favorable que contribuye al saldo positivo del conjunto del sector agroalimentario. Somos el primer exportador mundial de aceite de oliva, y sus exportaciones suponen en torno al 65% de su comercialización total. Si tenemos en cuenta todo el proceso desde su producción hasta su comercialización y distribución, así como sus subproductos, “constituyen la principal actividad de numerosos municipios y una industria asociada que vertebra y cohesiona, en muchos casos, el medio rural donde se asienta, apoyándose en un fuerte movimiento cooperativo de base”. En la presente campaña, la estimación es que sólo en Andalucía se registren más de 14,2 millones de jornales en todas las labores de campo asociadas al olivar de aceituna de almazara; de los que un 33% corresponderán a la recolección. Concretamente en Jaén, se prevén 1,8 millones de jornales en recolección. La previsión de una leve subida del aceite de oliva respecto a la campaña anterior, donde se espera obtener alrededor de 2,8 millones de aceitunas para molturar, de las que se obtendrían unas 550.600 toneladas de aceite de oliva, un aumento del 7,4% con respecto a la campaña anterior. EL SUELO COMO ELEMENTO CLAVE PARA LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA Para que este oro líquido llegue a los mercados nacionales e internacionales, son necesarios una serie de procesos y unas prácticas agronómicas eficientes y respetuosas con el medio ambiente, a la vez que capaces de dar respuesta a la alta demanda del mismo. A pesar de que la campaña 2023-2024 del aceite de oliva se presenta al alza con respecto a la anterior, en comparación con campañas anteriores, la realidad lanza una baja producción, “34% por debajo de la media de las últimas cuatro”, según el MAPA. La sequía y la falta de agua, se ha dejado sentir tanto en su producción como en su comercialización, afectando la alta demanda del aceite de oliva de nuestro país, a la subida de los precios y a un consumo algo más moderado por parte de los consumidores; aunque sin dejar de estar en los lineales y sin que el consumidor español deje de apostar por el mismo. Jesús Gil, doctor ingeniero agrónomo y presidente de la Asociación Española de Agricultura de Conservación-Suelos Vivos (AEACSV), nos comenta que “la erosión es el primer problema ambiental de la agricultura de la España seca”, y añade que “sólo se puede luchar contra ella dejando el suelo cubierto con los restos de los cultivos anuales (el rastrojo) o con las cubiertas vegetales, vivas o inertes, en los cultivos leñosos”. Es más que evidente que el cambio climático "es otro de los problemas
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