50 CONSUMO El aumento de precios afecta significativamente al consumo de aceite de oliva El descenso en el consumo de aceite de oliva en los hogares españoles es un hecho. El alto precio que ha alcanzado este producto básico de la dieta mediterránea que compite con otras grasas ha afectado directamente a la decisión de incorporarlo en la cesta de la compra. Con el alza de precios, el consumo de aceite de oliva en los hogares españoles descendió el 18,3% entre noviembre de 2022 y octubre 2023 respecto al mismo periodo del año móvil anterior, mientras que el gasto creció el 26,2%. El descenso de la demanda doméstica es casi el doble a la diagnosticada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que en su panel de consumo alimentario cuantificó la bajada en un 9,6 % de septiembre de 2022 a agosto de 2023, con un aumento del gasto del 18,5 %. “La bajada en el aceite de oliva no ha estado directamente vinculada a la migración al consumo de semillas, sino más a una contención del gasto. Uno gasta menos en comprar aceite o consume menos aceite cuando lo utiliza”, señala la gerente de la interprofesional, Teresa Pérez. Los datos recopilados por la consultora Circana muestran un descenso del 19% de la demanda de aceite de oliva virgen extra hasta octubre y un aumento del 13 % en el virgen. “Al final el aceite de oliva virgen tiene las propiedades de un zumo de aceituna y su precio es algo inferior, por lo que hay gente a la que le vale, ya que es perfecto para cocinar y tiene propiedades saludables”, apunta Pérez. La responsable de la organización, que agrupa a todos los eslabones de la cadena del sector, puntualiza que la demanda ha seguido siendo “bastante sólida”, lo que ha propiciado el aumento de cotizaciones en el último
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