IA31 - Almazaras

80 RIEGO ción del balance, de forma similar a cómo usamos los sensores de suelo en condiciones de no estrés. Por otra parte, la estimación de ETc también puede hacerse más precisa midiendo sobre la marcha, a lo largo del ciclo de cultivo, su vigor vegetativo. La teledetección satelital es una tecnología muy prometedora para monitorizar, casi a tiempo real, el vigor de la vegetación e, incluso, PETc. Hay que notar, sin embargo, que es demasiado simplista suponer que el riego de precisión siempre debe ser proporcional al vigor o al ETc. A veces, estos parámetros ya están condicionados por la disponibilidad de agua, en el sentido de que las zonas de menor ETo podrían corresponder a las zonas más limitadas hídricamente (por ejemplo, por las propiedades del suelo) y, entonces, un riego proporcional en la ETc todavía acentuaría más las diferencias. La complementación del vigor y la ETc con medidas de estado hídrico, y sobre todo con simulaciones del cultivo, permite discriminar mejor estos casos. La teledeteccion ofrece métodos prometedores para monitorizar el estado hídrico, en concreto el Crop Water Stress Index, CWSI, que se puede usar para gestionar el riego. Así pues, en condiciones de estrés, los indicadores de estado hídrico (que pueden venir de sensores en las plantas o de teledetección), se pueden usar como fuente de retroalimentación del balance, de forma similar a cómo usamos los sensores de suelo en condiciones de no estrés. Por otra parte, la estimación de ETc también puede hacerse más precisa midiendo sobre la marcha, a lo largo del ciclo de cultivo, su vigor vegetativo. La teledetección satelital es una tecnología muy prometedora para monitorizar, casi a tiempo real, el vigor de la vegetación e, incluso, PETc. Hay que notar, sin embargo, que es demasiado simplista suponer que el riego de precisión siempre debe ser proporcional al vigor o al ETc. A veces, estos parámetros ya están condicionados por la disponibilidad de agua, en el sentido de que las zonas de menor ETo podrían corresponder a las zonas más limitadas hídricamente (por ejemplo, por las propiedades del suelo) y, entonces, un riego proporcional en la ETc todavía acentuaría más las diferencias. La complementación del vigor y la ETc con medidas de estado hídrico, y sobre todo con simulaciones del cultivo, permite discriminar mejor estos casos. OPTIMIZACIÓN DEL RIEGO Hasta aquí hemos supuesto que el riego ideal es el que pida el cultivo. Pero no siempre es así. A menudo no disponemos de suficiente agua o no nos conviene usarla tal y como la piden las plantas, por lo que será necesario usar otras estrategias. Por ejemplo, en el caso de las dotaciones de riego de apoyo, si dejáramos que el cultivo pidiese el agua, la agotaríamos mucho antes de completar la campaña. También puede ser el caso de situaciones en las que el agua tiene un coste elevado o es escasa o hay sequía. Y también, en casos como el viñedo y algunos frutales, el riego que pediría la planta sería perjudicial para la calidad de la cosecha. En este contexto, existen estrategias para alcanzar los objetivos productivos, a base de repartir el agua disponible y unos niveles de estrés en fases concretas del ciclo de cultivo. Las simulaciones de cultivos pueden ayudar a planificar y optimizar las campañas de riego. Tradicionalmente, las simulaciones han sido limitadas por la disponibilidad de datos para configurar y calibrar los modelos de cara a su uso en zonas muy específicas. Actualmente, el conjunto de datos quemueve el riego de precisión, desde sensores en el campo hasta imágenes de teledetección, pueden ayudar mucho a facilitar la usabilidad y el acierto de estos modelos.n

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