IA30 - Tecnología y equipos para Almazara

66 CAMPAÑA tenían, preferían dejarla que cayera al suelo, y de ahí cogerla con algunos ahorros que no termino de ver muy claros. Los que de forma seguida a esos 'Premium' continuaron con la recolección y molturación, sí obtuvieron la recompensa de ver excelentes caldos durante el mes de noviembre, fundamentalmente en aquellos olivares en donde la sequía, el calor y la mosca habían sido llevaderas, y además se cogía toda del árbol. No exagero si digo que eso apenas se daba en un 20-30 % del total del olivar. La mayoría de las zonas habían sufrido con extremo rigor algunos de esos males citados, y en muchas, los tres a la vez. La consecuencia fue que apenas a finales de noviembre los extras propios de esa época empezaban a brillar por su ausencia, y qué decir de lo que después nos encontramos: ausencia de extras. Como le decía a un compañero allá por el Puente de la 'Concepción' los extras de verdad llevaban ya alguna semana 'durmiendo' en las bodegas, y el mercado se complica para esta calidad por su escasez. Además, para complicarlo todo un poco más, la sobre maduración, las altas temperaturas impropias de la época, y algún factor de tipo agronómico, empezaba a mediados de diciembre a apuntar a un año también complicado en el comportamiento de los ésteres etílicos, viéndose ya valores anormalmente altos y que, si algún AOVs podía dar la cara para extra, podría quedar descartado por este parámetro, y más a medida que avance el año. Nadie puede a estas alturas dudar de que la apuesta por la calidad es una apuesta segura y de futuro, pero incompatible con también querer esperar el máximo rendimiento, y difícil de planificar en un mercado de comportamiento poco previsible, que origina bastante desánimo en el agricultor al observar la poca diferencia de precios entre las diferentes calidades, y cómo a veces, por un agravamiento de la escasa previsión de cosecha, se queda atónito viendo que sus mejores aceitunas se las liquidan a menor precio que supuestamente las recogidas sin ningún cuidado del suelo. Hablar de calidad debe de ir acompañado de una adecuada planificación de aquellos recursos poco manejables por el agricultor, y que cada vez influyen de forma más negativa en su quehacer diario. Por ejemplo, la importante influencia de la disponibilidad “Hablar de calidad debe de ir acompañado de una adecuada planificación de aquellos recursos poco manejables por el agricultor” de agua. Sin una adecuada política de gestión del agua, que pueda paliar el caprichoso y anormal comportamiento del tiempo, unas veces por el cambio climático y otras por los ciclos que tocan, resulta casi imposible una correcta planificación. La obtendremos “cuando el tiempo” lo permita, porque saber obtenerla lo hemos demostrado que sabemos, pero si dependemos de los caprichos de la naturaleza, sin hacer nada por gestionarlos adecuadamente, entraremos en ciclos de sí o no a la calidad, con un perjuicio claro para el sector.n

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx