22 LA VOZ DE LA EXPERIENCIA... Nuestra forma de hacer las cosas siempre ha generado interés, si bien en algunas ocasiones (las menos, todo sea dicho y muy al principio mayoritariamente) animadversión, en ocasiones se nos ha señalado con el dedo con afirmaciones simplistas como que la agricultura en el desierto no puede ser sostenible, que si se usa riego no puede ser ecológico, que el olivar tradicional es el único que cuida el medio ambiente, que en Almería no se pude hacer AOVE de calidad,... Siempre te encuentras en el camino a quien le parece mal lo nuevo e inexplorado, todo cambio conlleva un proceso y hay quien le cuesta más. Pero nunca nos ha afectado, en todo caso nos ha animado a mejorar aún más" LAS FINCAS Y ELABORACIÓN DE ORO DEL DESIERTO El Aceite de Oliva Virgen Extra Ecológico 'Oro del Desierto', marca con la que se comercializa el producto, procede de aceitunas de cultivo ecológico y se elabora de manera artesanal, con aceitunas seleccionadas de una forma tradicional, con una cuidada recolección diurna a mano y/o mecanizada de la misma, realizada según el grado de madurez de cada finca o paraje. Siempre en su punto óptimo buscando la máxima calidad. En la explotación agrícola se utiliza el riego por goteo, abonos orgánicos y productos naturales, además la finca está cultivada acaballonada y respetando las cubiertas vegetales espontáneas y la mediana pedregosidad entre las hilas de olivos, por lo que no solo se evitan las perdidas de suelo debidas a la erosión sino que se respeta y promueve la diversidadde la zona. Además, se está apostando por la integración en su sistema agrario de la ganadería ecológica, siendo la especie elegida el caballo asturcón, especie no dañina en absoluto para el cultivo y que además permite controlar las cubiertas vegetales con siega a diente, de manera que protegen pero no compiten con el olivar en época estival por el agua. Rafael Alonso reconoce que este concepto eramás reconocido en el exterior de nuestro país hasta hace bien poco. "Al principio comenzamos a exportar Juan José (izq.) y Rafael Alonso Barrau (dcha.), flanquean a su padre en las instalaciones de la almazara.
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