ASOCIACIONES ¿Qué ha significado para usted a nivel personal tomar el testigo al frente de AEMO? Pues un gran orgullo, una gran ilusión y a la vez un gran sentimiento de responsabilidad. Primero debo nombrar a mi antecesora, tanto en AEMO, como en la alcaldía de Montoro, Ana Mª Romero, porque desarrolló un gran trabajo en la Asociación. Por mi parte trabajaré duro con el equipo técnico que tenemos para reforzar las acciones de la anterior presidenta y acometer nuevos proyectos en los que tenemos puesta mucha ilusión. AEMO son más de 150 instituciones de toda la geografía española, de distintas regiones productivas, de distintas formas de ver el mercado, por tanto, a nivel personal mi reto es escuchar a todos y realizar las acciones que más beneficien a nuestro territorio. Nunca olvidemos que AEMO son pueblos, y los pueblos son sus gentes, así pues trabajaremos para que nuestros olivareros puedan seguir viviendo de su actividad productiva. El sector del aceite de oliva se encuentra inmerso en un contexto de cambios. ¿Cuáles son los principales a los que considera se enfrenta en un futuro próximo? En este sentido, nuestro estudio de costes de AEMO, actualizado a 2020, señala que mientras que en un olivar en seto vale producir un kg de aceite 1,49 €, en un olivar tradicional cuesta más de 2.60 €, y si es de alta pendiente ya se dispara. Teniendo en cuenta que todos los sistemas deben convivir, tendremos que buscar los valores adicionales del olivar tradicional, que además de producir magníficos vírgenes extra, conllevan una labor social de creación de empleo, de mantenimiento de la población en el medio rural, de garante ambiental frente al cambio climático, etc. Todo eso debe ser reconocido por el consumidor vía precio diferencial, porque realmente tiene unos costes muy superiores. También las ayudas públicas, europeas y nacionales, deben de una u otra forma primar este olivar por su importancia social. En AEMO lo tenemos claro, la apuesta por la máxima calidad y por la producción sostenible son los dos caminos que debe seguir este olivar, además el esfuerzo por una comercialización desde el origen resulta también fundamental. Por otro lado, otro cambio previsible en el futuro es el aumento de la producción de aceite de oliva mundial, precisamente debido a las nuevas plantaciones basadas en los setos. Ante esto la única forma de mantener unos precios dignos es aumentando la demanda, y sin duda la demanda internacional de los países no productores. Este será el otro gran reto de los próximos años. Herramientas 15
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