IA26 - Tecnología y equipos para Almazaras

PAÍSES PRODUCTORES: ARGENTINA 56 Panorama de la olivicultura argentina y el aporte innovador que hace la Patagonia ¿QUÉ OFRECE LA PATAGONIA OLIVÍCOLA? Victor Tomaselli, maestro de almazara en la Patagonia En Patagonia se realizó la primera plantación sistemática de olivos entre los años 1913 y 1918. Fue en la localidad de Patagones, a la vera del Río Negro. Fueron 5 años que empleó el Ing. Agr. Pedro A. Bovet, en plantar, hacer una sala de extracción de aceite y confeccionar el mismo. Describe su experiencia y sus trabajos y esfuerzos en un hermoso libro que se llama ‘El olivo: su cultivo y utilización en la Chacra Argentina’, editado en 1935. La actividad olivícola se reinició en el año 2000, en Las Grutas, inmediaciones de San Antonio Oeste, donde se plantaron 900 plantas de olivo, idea de Philippe Thurin, un ‘pied noire’, es decir, un francés nacido en África que el tiempo colocó como viverista en esta zona del mundo. Nacido en Argelia, Philippe Thurin vino a Argentina cuando tenía 6 años, emigrando como tantos colonos franceses desde suelo africano. Philippe se había criado en la finca de su padre, entre naranjos y olivos, y sabía con certeza las necesidades de suelo y agua del olivo, planta de desierto cultivada. La experiencia fue exitosa, y hoy hay casi 200 hectáreas de olivos en la zona. Después se plantó en otros lugares de Río Negro y de Neuquén, y en 2008 se hacen las primeras experiencias en Puerto Madryn, ya en Chubut. A partir de 2013 se comenzó a analizar la producción de Chubut, con resultados más que significativos. Se entró a notar la relación virtuosa entre olivicultura y territorio. Tenemos que enmarcar ese desarrollo en un contexto nacional para poder aproximarnos a su efecto transformador. De algún modo el marco general de la actividad es que siempre fue secundaria en Argentina. En un principio porque la olivicultura se dio como Victor Tomaselli en un olivar de Arbosana, Añelo, Provincia de Neuquén. Foto: Ramiro Michel.

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