IA25 - Tecnología y equipos para almazaras

OLIVICULTURA 64 Este estudio recalca la importancia de los bancos de variedades como una fuente clave de material vegetal para llevar a cabo estudios de investigación básica MEJORANDO LA CALIDAD DEL PERFIL DE ÁCIDOS GRASOS DEL ACEITE DE OLIVA El consumo mundial de aceites de oliva ha aumentado significativamente en los últimos años y se espera que esta tendencia continúe en el futuro. Los nuevos mercados demandan aceites de oliva vírgenes con determinadas características de calidad. Entre los parámetros que definen la calidad del aceite de oliva se encuentra su composición de ácidos grasos, ya que están directamente implicados en sus propiedades nutricionales y tecnológicas. En el caso del aceite de oliva, el ácido graso mayoritario es el ácido oleico (55-83%), mientras que el ácido linoleico representa un 3-21% de la cantidad total. Las proporciones relativas de estos dos ácidos grasos afectan de forma muy importante a la calidad del aceite de oliva. Desde un punto de vista nutricional, se recomienda un mayor contenido en ácido oleico, que reduce el riesgo de padecer patologías relacionadas con las cardiopatías o el cáncer (1). En cambio, una excesiva ingesta de ácido linoleico está asociada a un mayor riesgo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares y carcinogénicas (2). En cuanto a las propiedades tecnológicas, la estabilidad autooxidativa del ácido oleico es unas diez veces mayor que la del ácido linoleico (3). Por tanto, aceites que presenten un porcentaje mayor de ácido oleico y menor de linoleico, y con un contenido similar de compuestos antioxidantes, poseen una fecha de caducidad más tardía ya que resisten mejor los procesos de oxidación y enranciamiento. En definitiva, los aceites de oliva con un alto contenido en ácido oleico y bajo en ácido linoleico son superiores desde un punto de vista nutricional y tecnológico. Sin embargo, no se dispone actualmente de variedades que presenten un alto contenido en ácido oleico en sus aceites y que además se encuentren adaptadas a cultivo superintensivo. De esta forma, la generación de nuevas variedades con estas características constituye uno de los objetivos actuales de los programas de mejora del olivo. José Manuel Martínez Rivas, Instituto de la Grasa (CSIC) Con la finalidad de desarrollar mar- cadores moleculares asociados al carácter alto oleico que puedan ser utilizados para mejorar la eficiencia de los programas de mejora genética del olivo, se ha realizado un estudio cuyo objetivo ha sido la identificación de los genes de aceituna principalmente implicados en determinar el contenido de los ácidos oleico y linoleico en el aceite de oliva. En primer lugar, Mª Luisa Hernández y Mª Dolores Sicardo, miembros del grupo de investigación que lidero en el Instituto de la Grasa (CSIC) en Sevilla, comenzaron estudiando la diversidad natural del perfil de áci- dos grasos en el aceite obtenido de 89 variedades del Banco Mundial de Germoplasma de Olivo (BMGO) locali- zado en el centro IFAPA Alameda del Obispo en Córdoba, en colaboración con su responsable, la investigadora Angjelina Belaj. Para ello, determinaron la composición de ácidos grasos de dichos aceites mediante cromatografía gaseosa. A continuación, nos centra- mos en analizar la composición de ácidos grasos en aceites derivados de una colección nuclear de 36 variedades (CN-36), la cual posee la mayor parte de la diversidad genética del BMGO- IFAPA. De esta forma, confirmamos

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx