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57 OLIVICULTURA Xylella : la bacteria más temida por la agricultura europea La Xylella fastidiosa es uno de los patógenos que amenazan a la agricultura europea. Países como Italia, Francia, Alemania, Portugal y España la han detectado ya en plantas y árboles y los investigadores coinciden en que la enfermedad, que se transmite por insectos vectores, es difícil que vaya a tener cura. La Xylella fastidiosa puede alojarse en casi 600 especies vegetales dife- rentes y provoca desde el secado de las hojas, la marchitez de la planta o del árbol y, a menudo, su muerte. En Estados Unidos, su mayor víc- tima ha sido desde hace más de un siglo los viñedos California, mien- tras que en Italia, la región sur de Apulia ha contabilizado desde 2013 la muerte de millones de olivos en una extensión cercana a las 300.000 hectáreas, lo que puso en alerta a España, primer productor mundial de aceite de oliva. Fue en 2016 cuando se notificó la pri- mera detección de la Xylella fastidiosa en el país, en concreto en Baleares, un archipiélago que, como la isla fran- cesa de Córcega, está ahora declarado como 'zona infectada', lo que significa que no se puede erradicar la bacte- ria, solo controlar que no salga de las islas y eliminar las especies que den positivo. Poco más tarde se detectaron miles de casos en la Comunidad Valenciana -sobre todo de almendro tradicional de secano en Alicante-; uno en la Comunidad de Madrid -un olivo en la localidad de Villarejo de Salvanés- y otro en Andalucía -en una planta de un invernadero conmalla anti-insectos de Almería-, donde oficialmente la enfermedad está erradicada. En la cercana Portugal, según una de las mayores expertas en Xylella , la inves- tigadora Blanca Landa, del Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba (IAS-CSIC), en agosto se constató un tercer foco en la zona sur del Algarve portugués, que se sumaría a los ya confirmados cerca de Oporto y Lisboa. Landa explica que las últimas inves- tigaciones determinan que la Xylella llegó a las Baleares en los años 90, previsiblemente por material vegetal importado desde California, aunque no se detectó hasta hace poco más de una década. La investigadora se ha muestra tajante al asegurar que la agricultura en la zonas afectadas tendrá que “aprender a convivir con la Xylella , porque una cura como el agricultor querría para esta plaga, no va a existir”. Explica que las líneas de investigación actuales se enfocan, entre otras, al desarrollo de nuevas variedades de olivo para almazara tolerantes a la Xylella o a la aplicación de nuevos métodos biológicos para sustituir a los insecticidas en el control de las poblaciones de vectores, de las que cada vez se sabe más. “Se trabaja en dar respuesta a una suma de facto- res que contribuyan a que se puedan seguir cultivando especies agrícolas

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