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51 OLIVICULTURA A continuación se cedió la palabra a Fran Gálvez, CMO de BalamAgriculture que como anfitrión dio la bienvenida a los asistentes y trasladó la inten- ción de repetir cada año la jornada como foro donde poner en común los últimos avances e innovaciones relacionados con el cultivo del olivar. Ares Caldedero, responsable de comu- nicación y marketing en Agromillora Iberia tomó el testigo de Gálvez y dio las gracias a los asistentes resaltando el hecho de "poder celebrar una jornada como esta tras unos meses tan difíci- les" debido a la pandemia. Caldedero puso de relieve la amplia experiencia y la visión global que una empresa como Agromillora puede aportar al desarrollo de la olivicultura del futuro. El acto inaugural contó además con la participación de la delegada terri- torial de Agricultura de Sevilla, María Isabel Solís. En su intervención, la res- ponsable política del sector aludió a la eficiencia energética -en particular a la relacionada con el consumo de agua- que propician los nuevos mode- los de cultivo y destacó el hecho de que los agricultores "van siempre un paso por delante de la sociedad", en referencia al elevado grado de innova- ción que rodea a la actividad agraria. LA OLIVICULTURA DEL FUTURO La jornada arrancó con el primer blo- que de ponencias cuyo argumento central giró en torno al futuro de la olivicultura y las distintas revoluciones que están impulsando la moderniza- ción de este sector. En la primera de las presentaciones, Mario González- Mohíno, responsable de Agricultor Digital, exploró algunas de las claves fundamentales que van a configurar la olivicultura del futuro y la revolución tecnológica asociada a este desarro- llo. La baja rentabilidad, la escasez y poca cualificación de la mano de obra junto a una eficiencia produc- tiva menor son, en su opinión, los tres factores que están incidiendo de manera negativa en la actividad agrícola que se desarrolla en España. En este contexto, González-Mohíno subrayó que "la modernización del oli- var no es una opción, es una obligación" para la supervivencia del sector en los próximos años. Para llevar a cabo este proceso, el experto se refirió en primer lugar al "control" sobre la explotación. “Lo que no se mide no se puede mejo- rar y por ende no se puede controlar”, señaló, refiriéndose a la oportunidad que brindan actualmente las nuevas tecnologías para monitorizar las par- celas y hacer un uso más eficiente de los recursos. En segundo lugar, la "certeza" que pueden ofrecer las inno- vaciones en maquinaria, las mejoras en las nuevas variedades o la auto- matización del riego, en cuanto que son una oportunidad para ganar en competitividad, teniendo en cuenta que "en España tenemos actualmente 130.000 hectáreas de olivar en régimen de abandono". Por último se centró en la relación directa entre la "renta- bilidad" y la eficiencia en el empleo de los medios de producción, fina- lizando con una frase: "El futuro de nuestra olivicultura depende de las decisiones que tomemos hoy". David Pozo (Interempesas), en primer plano, junto a Fran Gálvez (BalamAgriculture) y Ares Calderero (Agromillora) durante la inauguración de DemoOlivo 2021. Mario González-Mohíno. Gran afluencia de público en la carpa donde se desarrollaron las charlas técnicas.