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DENOMINACIONES DE ORIGEN Que me eligieran y depositaran su confianza en mi me hizo una ilusión enorme, y así lo he trasladado a todos los miembros. Siento mucho orgullo y muchas ganas de representar y liderar el sector del aceite de oliva de mi provincia. También es cierto que siento el peso de la res- ponsabilidad, por eso todas mis decisiones las tengo que reflexionar mucho para avanzar en la línea de la calidad y del conocimiento. Todo este proyecto lo combino con la presidencia del Consejo Económico y Social de la Provincia de Jaén, algo que encaja muy bien con las necesidades de una IGP. 2021/22: Campaña media para mantener precios y recuperar el consumo ¿Cómo considera que puede afectar el aumento de precios a las salidas de aceite de oliva en los próximos meses? ¿Por qué ese aumento no se ha trasladado a la marca blanca? El mercado en origen es muy volátil, por lo que es muy difícil hacer previsiones. Manejando el juego de la oferta y la demanda existen teorías en las que apoyarte, pero en el sector del aceite no es tan sencillo. Además, los comentarios e informaciones que se dan influyen mucho en las decisio- nes que toman otros, por lo que es importante ser cauto. Hace tiempo que hablo del estancamiento de la demanda a nivel mundial, que se está dando principalmente por- que los principales países productores (España, Italia y Grecia) hemos dejado de consumir casi 500.000 tone- ladas. Esta cifra es dramática, aunque la pandemia ha hecho que resurja ese consumo, tal y como indican los datos de 2020. La volatilidad de los precios altos en origen hace tiempo que sucede… Los distribuidores y los envasadores, que venían de campañas satisfactorias, se encontraron en la última campaña que las cifras no fueron buenas y la volatilidad de los precios no se podía trasladar al consu- midor final. Es normal que un escenario de incremento de precios se dé un trasvase entre aceites y grasas. Es más, otros años he comprobado que cuando se incrementan los precios en destino, no es que haya un trasvase del aceite de oliva al de girasol, sino que los hogares con- sumen menos aceite de oliva en general, ya sea porque reutilizan más o por motivos que desconocemos. Imagino que los envasadores habrán reformulado sus contratos con la distribución, incluso en marca blanca, y probablemente los precios en origen tiendan a trasladarse de alguna forma al consumidor final y sabemos que eso repercute en la disminución de ventas. A todo esto, hay que sumar un hecho curioso. Es el fenó- meno que explica por qué en España, Italia o Grecia –con la excepción del último año– se venía estancando la demanda de aceite de oliva –excepto el virgen extra, que siempre ha subido incluso durante la crisis finan- ciera–, mientras sube el consumo en países Estados Unidos, Alemania, Brasil, Japón, Noruega… Y ese fenó- meno es el envejecimiento de la población. Las personas de cierta edad en nuestra cultura tienden a reducir el consumo de frituras y apuestan más por cocinar en plancha o en vapor, por lo que se reduce la ingesta de aceite de oliva. Este fenómeno en los países producto- res es una amenaza, pero en países receptores es una oportunidad, ya que ellos están descubriendo ahora las bondades del aceite de oliva y lo están consumiendo en detrimento de otras semillas. Para evitar esa reducción de consumo en España pode- mos hacer tres cosas: trabajar con los chefs para que utilicen más el aceite de oliva; hacerlo también con los millennials y con la gente joven para que cocinen con este aceite; y trabajar con la restauración institucional. No tiene sentido que las instituciones públicas gasten dinero en promocionar el consumo de aceite de oliva y, a su vez, permitan que no se consuma en los comedo- res universitarios, escuelas, guarderías, hospitales, etc. No quiere decir que en todas las comunidades autónomas se deba utilizar únicamente aceite de oliva, pero sí debería hacerse en aquellas en las que la producción de estos aceites es fundamental para su economía. Según las estimaciones realizadas y el inicio de cam- paña, ¿podemos considerar que la 2021/22 será una buena campaña para el sector? Desde la perspectiva de producción será una campaña media, de alrededor de 1,3 millones de toneladas. Venimos de campañas de 1,8 millones, por lo que no podemos considerarla buena del todo. Creemos que en Jaén la campaña será de buena calidad, con unos rendimientos mejores que los de la anterior. Hay ocasiones en las que una campaña media es positiva, porque hace que los precios en origen se mantengan a unos niveles que permiten cubrir la mayoría de los costes efectivos de producción de gran parte de los oli- vares. Como he mencionado antes, si los envasadores tienen que reformular contratos, lo más probable es que el precio del aceite de oliva en los lineales suba y que el consumo en el hogar, en consecuencia, baje – excepto el del aceite de oliva virgen extra–. No vaticino que aumente el consumo en restauración, más bien al contrario, porque los restauradores quieren recuperar el tiempo perdido y no van a hacer un trasvase hacia el aceite de oliva. 38 C M Y CM MY CY CMY K

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