IA22 - Tecnología y equipos para Almazaras

19 ANALÍTICA claro, de excelentes AOVEs, pidiendo precios que para esa época y con las previsiones tan optimistas parecían coherentes, entorno a los 2,30 €/kg para los Extras. A medida que nos acercábamos a octubre, con temperaturas más pro- pias de pleno verano que de otoño, y sobre todo, sin gota de lluvia, se empe- zaban a escuchar algunas opiniones que advertían que a lo mejor todo no iba a ser tan bueno como se preveía. Y efectivamente, cuando empeza- mos a elaborar los primeros AOVEs 'tempranos' o 'verdes' a mediados de octubre, en manga corta y teniendo que enfriar batidoras porque llegaba la aceituna a la almazara a casi 30°, y, lo más importante, sin caer aún ni gota de agua, más de uno empezába- mos a preocuparnos. El primer dato objetivo llegó pronto, en esas alma- zaras 'tempranas' apenas se llegaba al 10 % de rendimiento en bodega, y a pesar de las escasas lluvias de fina- les de octubre ya sí empezó a cundir algo de pánico. Además, no era fácil encontrar parti- das de aceitunas homogéneas y con buena morfología, descartándose casi todos los secanos: la aceituna comen- zaba arrugarse y ya presentaba una muy poca uniformidad en su mor- fología, incluso las de regadío, dada su desigual evolución en el proceso de maduración, con un claro retraso generalizado. No parecía augurar un 18-19 % de rendimiento en noviem- bre, ni el 20-21% de diciembre, con lo que esa previsión inicial de un ren- dimiento medio de un 21,6 % podría quedarse muy lejos. La calidad de esos primeros AOVEs era magnífica. No podía ser de otra manera, se habían escogido, no sin dificultad, las mejores aceitunas del campo, pero ya preocupaba mucho lo que íbamos dejando atrás: muchas aceitunas pequeñas, con pesos medios de apenas 2 gramos, con apenas pulpa, arrugadas y con pocas ganas de seguir madurando por mucha agua que les cayera encima. Sirva como ejemplo de esta variabilidad en la maduración la imagen (Foto1) perteneciente a un puñado de aceitunas de una misma partida. No obstante, arrancamos la campaña en Noviembre con las ilusiones casi intactas, pero aquello se paró en la mayoría de los sitios en seco: un 11 % de rendimiento y precios que supe- raban por poco los 2 €. Una ruina, y a parar. Y quien no pudo, por el temor de perder la cuadrilla, se haría inter- minable describir sólo un resumen de las lamentaciones que transmi- tían por los bajos rendimientos y los bajos precios. Y así nos acercamos a diciembre, ya sí con una clara convicción de que todas las previsiones estaban fuera de lugar: zonas con 5 puntos menos de rendimiento medio, ciclos de calor y agua que además de entorpecer la recolección ya empezaban a sobre madurar la aceituna con la pronta desaparición de los extras claros, y con el total convencimiento de que la cifra final de producción iba a estar muy por debajo de la inicialmente prevista, y de que todo se iba a pro- longar en el tiempo mucho más de lo deseado. Lo que empezó bien, no iba a acabar igual. Llegamos a las Navidades no pudiendo realizar en el campo más de una semana seguida de trabajo, y como no hay mal que por bien no venga, algunos por casi primera vez se toma- ron los mantecados con cierta calma en nuestra actividad normal. La 'Filomena' y todas las borrascas que fueron llegando significaron la punti- lla para la calidad de nuestros AOVs, ya sin extras, además de complicarlo todo con el barro. La mayor parte de Foto 1. Aceitunas de una misma partida que muestran el estado de maduración a finales de noviembre.

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