RIEGO 50 radicular profundo y a establecerse correctamente. El experimento se dispuso en cuatro bloques con los tres tratamientos aleatorizados en cada bloque. Cada tratamiento en cada bloque consistió en tres hileras, utilizándose la hilera central para las determinaciones de planta y suelo. Se instalaron doce tubos de acceso, uno por repetición y tratamiento, en la hilera en la fila central. Para determinar la humedad del suelo se utilizó un sensor de capacitancia portátil Diviner 2000 (Sentek Technologies, Australia) para medir el contenido de agua del suelo a intervalos regulares de 10 cm a lo largo del perfil del suelo. En la segunda temporada de cultivo, 22 días antes de la cosecha final, se excavó el suelo bajo las plantas para obtener un perfil del suelo que mostrara la distribución de las raíces hasta los primeros 30 cm de profundidad. Se utilizaron dos sondas de succión MicroRhizon (E-365-19.21.SA, Eijkelkamp Soil & Water, The Netherlands) por tratamiento y bloque para extraer la solución de suelo entre una profundidad de 30 a 40 cm. En estas soluciones de suelo, se determinó las concentraciones de nitrógeno en forma nítrica (N-NO3-). Al final del cultivo se determinó la producción de biomasa aérea total en 120 y 240 plantas por tratamiento el primer y segundo ciclo de cultivo, respectivamente. En estas plantas se midió el contenido de agua en las hojas y la concentración de nitrógeno total y en forma nítrica. LA MAYOR FRECUENCIA DE FERTIRRIEGO AUMENTÓ EL CONTENIDO DE AGUA Y LA DENSIDAD DE RAÍCES A 10-15 CM DE PROFUNDIDAD A poca profundidad (10-15 cm) el contenido de agua en el suelo fue mayor cuando los riegos fueron más frecuentes y cortos (Figura 3). A profundidades de 40-50 cm pasó lo contrario, los niveles de agua en el suelo fueron mayores con riegos menos frecuentes, pero más largos. Estos niveles diferenciales de agua en el suelo y presumiblemente de nutrientes que se aportaban con el agua de riego también pudieron ser la causa de la diferente distribución de raíces en el perfil del suelo al final de la cosecha (Figura 4). En el tratamiento de mayor frecuencia y menos duración las raíces están concentradas en los primeros 15 cm de suelo, mientras que, con riegos más largos y menos frecuentes, las raíces estaban distribuidas igualmente por todo el perfil de suelo. Ambos resultados apoyarían el hecho de que una mayor frecuencia de riego podría mejorar el estado hídrico y nutricional del cultivo, ya sea aumentando la disponibilidad de agua y nutrientes en la zona donde se concentran las raíces o reduciendo el potencial osmótico y matricial del agua en el suelo entre los diferentes eventos de riego (Yasuor et al. 2020). Figura 4. Excavación del suelo mostrando la distribución de las raíces en el perfil del suelo de los tres tratamientos de frecuencia de riego; baja frecuencia (BF), media frecuencia (MF) y alta frecuencia (AF). Esta observación se realizó el 24 de enero de 2021, 22 días antes de la cosecha final.
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx