HC374-Horticultura

CONTROL DE PLAGAS En 2021 y 2022 se realizaron 5 ensayos en invernaderos con judía verde introduciendo el mosquito depredador Aphidoletes aphidimyza. De los 15 invernaderos de pepino de los años 2019 al 2022, solo se tuvo que recurrir a tratamiento fitosanitario frente al pulgón en 2 de ellos. En los ensayos en judía verde se tuvo que tratar el pulgón en 3 de ellos. En el caso de las introducciones de A. colemani, la presencia de parasitismo en las plantas banker (gráfico 1, arriba) asegura la instalación de los parasitoides en el cultivo de pepino (gráfico 1, debajo). En el ejemplo de las plantas banker de trigo, tanto los niveles de pulgón como de A. colemani fueron incrementándose hasta que, en el mes de mayo, el 100% de las plantas tenían presencia de pulgón y de momias, con unos niveles de parasitismo que oscilaron entre el 21 y el 70%. Esto permitió que los primeros focos de pulgón del pepino fueran rápidamente parasitados por el parasitoide. En el caso de los invernaderos de judía verde, el depredador Aphidoletes aphidimyza no se instaló en todos los invernaderos en los que había sido introducido. Aún y así, en todos los casos se detectaron momias debido a la presencia espontánea de parasitoides. ¿QUÉ PODEMOS SACAR COMO CONCLUSIONES? Se ha podido comprobar la eficacia de la estrategia del uso de márgenes con plantas banker. Aunque la utilidad y viabilidad de esta estrategia es conocida, su implementación no es sencilla. La dificultad principal radica en la sincronización entre la instalación del pulgón de las plantas banker con un correcto establecimiento de los enemigos naturales y la aparición de las primeras colonias de pulgón plaga en el cultivo. El papel de los técnicos es clave para la correcta implementación de esta estrategia, especialmente durante las fases iniciales, donde es muy importante realizar un seguimiento para poder tomar decisiones a tiempo que permitan mantener las plantas banker y su pulgón específico en buenas condiciones, así como reponer los diferentes elementos en caso necesario resembrar cereal, infestar de nuevo con pulgones específicos y realizar nuevas liberaciones de enemigos naturales. Indirectamente, esta estrategia también permite la conservación de otros enemigos naturales espontáneos, ya que las técnicas de control biológico deben ir necesariamente acompañadas de métodos de control fitosanitario respetuosos con los enemigos naturales, lo que favorece el establecimiento de las poblaciones espontáneas. Es por ello por lo que el control que obtengamos al final será resultado tanto de los enemigos naturales introducidos como de aquellos que procedentes de los alrededores colonicen el cultivo. n Gráfico 1. Porcentajes de plantas con presencia de pulgón (línea roja) y de momias (línea azul discontinua) en plantas banker de trigo (arriba), y en el cultivo de pepino (debajo). Foto 6. Sincronización de margen antiguo con margen nuevo. Foto: IRTA. 44

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