D I S T R I B U C I Ó N H O R T O F R U T Í C O L A 21 packaging, que intentar solucionarlos una vez que el producto ha llegado al retailer o al supermercado. Y eso es lo que Citrosol intenta hacer con sus soluciones”. Martín Mottura detalló que los podridos son la principal causa de pérdidas postcosecha y de las reclamaciones en frutas y hortalizas e hizo hincapié en la importancia de planificar y medir para poder mejorar los procesos, invirtiendo en RRHH, tecnología y conocimiento. Para minimizar las pérdidas postcosecha en tomate y pimiento, Mottura desgranó la tecnología que Citrosol pone al servicio del sector: Citrocide System, un sistema integral para el lavado higiénico y control del podrido en ambos productos. Un método que permite monitorizar y controlar de forma eficiente y garantizando la seguridad alimentaria. “El sistema Citrocide mantiene la lavadora en condiciones de higiene, ya que desinfecta todos aquellos componentes de la lavadora que se mojan durante el lavado, reduciendo significativamente la contaminación superficial por todo tipo de microorganismos. Cuando mantenemos la lavadora en condiciones de higiene no solo incrementamos la seguridad alimentaria, sino que además reducimos significativamente la incidencia de podrido bacteriano que se puede producir por contaminación cruzada en la misma lavadora”, explicó Mottura. En lo que respecta al reciclado higiénico del agua, los sistemas Citrocide permiten reciclar el agua de lavado de forma higiénica, manteniéndolo en condiciones de higiene microbiológica adecuada para el lavado seguro de frutas y hortalizas. MESA REDONDA Y DEBATE Como colofón a la jornada, se desarrolló la mesa redonda ‘Cómo poner en valor el producto para satisfacer a la distribución y al consumidor con un modelo sostenible’, en la que participó el público asistente realizando preguntas a los ponentes, y a la que se incorporaron también la directora de Desarrollo Técnico en Campo de Agrobío, Ana Belén Arévalo, y el Business Development Manager en Koppert España, Valter Ceppi. Ana Belén Arévalo explicó la labor que realiza Agrobío como “biofábrica en la que se producen abejorros para la polinización de los cultivos, así como fauna útil, insectos y ácaros, para el control de las plagas”. Frente a los nuevos retos de la agricultura, señaló que es necesario contar cada vez con productos de mayor calidad, tener más versatilidad y disponibilidad de producto de nuevos enemigos naturales, así como nuevos enfoques, para lo que es muy importante que las empresas realicen una gran inversión en generar ese conocimiento, como viene haciendo Agrobío, a través de su área de I+D, pues dedica el 3% de su presupuesto a investigación. En la actualidad, Agrobío da asesoramiento a más de 50.000 hectáreas de cultivos a escala mundial, presentes en más de 45 países y aumentando la presencia en cultivos al aire libre, parques, jardines. Arévalo planteó que hay sobre la mesa una serie de retos: plagas emergentes, con nuevas especies de trips, plagas secundarias que han recuperado importancia, como la araña roja y el pulgón, así como las que están por venir; el cambio climático, cada vez más difícil de hacer frente para los enemigos naturales debido a las altas temperaturas y baja humedad, lo que hace que ya no exista el “paro biológico” por no haber frío suficiente; y por el lado de los clientes de la distribución, “el continuo requerimiento de producciones cada vez más seguras, con altos estándares de calidad, cumpliendo los LMRs, sin apenas materias activas, y con plagas que, a veces, son invasoras y para las que no hay una estrategia justo en el momento en el que aparecen”, detalló. Por su parte, Valter Ceppi, recordó el objetivo de la jornada sobre la importancia de añadir valor a lo largo de toda la cadena, tanto para el agricultor como para la distribución e insistió en la necesidad de comunicar mejor el buen trabajo que se está realizando el sector hortofrutícola. Ceppi desgranó las principales cifras de Koppert, fundada en 1967 con carácter familiar, que en 2023 ha facturado 450 millones de euros, cuenta con una treintena de filiales repartidas por la geografía mundial y once centros de producción, que ofrece más de 120 soluciones naturales que llegan ya a más de un centenar de países. Además, hizo hincapié en la oportunidad de crear valor basándose en la transparencia, la cercanía y la sostenibilidad. En este sentido, puso como ejemplo el ‘modelo Almería’ como productor de frutas y hortalizas “para crear marca de valor, combinando tanto la creación de valor como el valor para el consumidor, algo que es factible y ya se está haciendo como ejercicio de transparencia; es relevante, es decir, muestra los valores de cercanía, sostenibilidad y transparencia; y no requiere grandes inversiones, pues con un simple código QR se puede mostrar todo este trabajo al consumidor”. n
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